El salto del "blue" y más devaluación que inflación
Xi Jinping autorizó a la Argentina para cambiar yuanes y hacerse de US$5 mil millones para las escasas reservas. El ministro hace ajuste fiscal pero Cristina presiona el gasto, según el viceministro Rubinstein.
El salto del "blue" y más devaluación que inflación
Sergio Massa volvió a alargar la mecha. La autorización para cambiar yuanes por US$5 mil millones del Swap chino, y usarlos como reservas netas, es un bálsamo que podría compensar la merma del ingreso de dólares por el impacto de la sequía en la campaña de trigo, que debería aportar divisas desde enero.
Pero el ministro de Economía tiene una batalla enorme contra la inestabilidad política y la desconfianza de los mercados,antes de llegar a la ventana de mayo con la liquidación de la nueva cosecha gruesa. No en vano se habla del nuevo dólar soja para tender puentes sobre el desierto de divisas..
El lunes el BCRA cerró operaciones acumulando un resultado negativo de US$873 millones en el mes, la peor performance desde septiembre de 2020 según los cálculos de la financiera Cohen. Antes del "préstamo" de Xi Jinping, las reservas internacionales habían caído U$S76 millones y cerraron el lunes en US$38.006, es decir US$668millones más abajo que a fin del mes pasado.
Mientras el Indec divulgó un índice de precios al consumidor del 6,3% para octubre, el dólar oficial cerró en $161,76 (subió $1,05), marcando una devaluación del 6,9% intermensual. El ministro va cumpliendo paso a paso el objetivo de no retrasar más el tipo de cambio, pero al mismo tiempo mantiene altas las tasas y agrava el déficit cuasifiscal, que no logrará licuar a no ser alterando los contratos o bien con un salto devaluatorio.
¿Alcanza con "crowling peg", tasas activas (en el límite) e incluso con baja del déficit fiscal primario del 20,3% interanual en septiembre de las cuentas nacionales? En el 14° simposio sobre mercado de capitales y finanzas del IAEF, el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein, recordó que "el Presupuesto 2023 dice que el tipo de cambio va a ser $270 el año que viene (este martes estaba a $167,5). Estamos previendo que se va a devaluar (en ese ritmo).
"¿Conviene de esta manera o de otra y que después quede quieto? La brecha cambiaria, hasta que no esté en 10, 15 o 20 por ciento es muy disruptiva, tiene que apuntarse a la unificación", opinó el funcionario. En el mercado hizo ruido; tanto que el "blue" se disparó a $302 (una suba de 2,72% en una jornada) y llegó a venderse a $307 en Santa Fe.
Rubinstein reconoció que "va a costar uno y la mitad del otro" alcanzar la meta del déficit primario en 1,9% del PBI (base caja) según lo acordado con el FMI y previsto en el presupuesto de 2023, el mismo que el Senado de Cristina Fernández no termina de aprobar.
Pero además Rubinstein apuntó a la "pauta de gastos" a instancia de Cristina en un año electoral. Eso, el mismo día en el que el presidente manifestó un problema de salud delicado en el otro lado del mundo y mientras la vicepresidenta ejerce el Ejecutivo. Fue más que un temblor lo que recorrió los pasillos políticos y financieros.
Desde la vereda de enfrente Marina Dal Progetto -no es la única economista que lo hace- formula una advertencia: en 2001 primero devaluaron y después subieron las tasas, por poco tiempo. Hoy las tasas subieron antes del salto devaluatorio que perfila Rubinstein, y si bien el problema fiscal se licúa en parte por inflación que no cede, el cuasifiscal se agrava (la deuda del BCRA por Leliqs crece a razón de $ 600 mil millones al mes).
Y eso, a su vez, no se corrige sin devaluación que acelera la inflación -y volver a empezar- o "plan Bonex". Para buena parte del mundo de las finanzas en el país, la única pregunta que queda por responder es si sucederá en esta gestión o en la próxima.