"Aunque el BCRA aceleró el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial aún no alcanza a la tasa de inflación, esto reduce la competitividad del peso, en un contexto de fortalecimiento del dólar".
Aunque en el bolsillo "interno" no se nota, el peso se aprecia respecto del dólar y hace perder competitividad al país.
"Aunque el BCRA aceleró el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial aún no alcanza a la tasa de inflación, esto reduce la competitividad del peso, en un contexto de fortalecimiento del dólar".
En medio de los rumores y desmentidas sobre una devaluación brusca por parte del equipo económico a cargo de Sergio Massa, el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe elaboró un informe reseñando el proceso monetario comparativo.
"Para el caso de Argentina, el tipo de cambio real oficial arroja que durante 2019 y 2020 el país ganó competitividad precio en el comercio internacional al depreciarse en términos reales, sin embargo, esto cambió a partir de 2021, donde se da una apreciación, la cual continúa en el primer semestre de 2022".
Explica el informe que "el BCRA aceleró el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial, intentando mantener la competitividad precio del país. Pero ante el aceleramiento de la inflación, y la depreciación que están mostrando las monedas de otros emergentes relevantes para el comercio argentino, la pérdida de la competitividad precio del peso continúa".
De hecho el crawling peg -devaluación gradual- está entre 4,5 y 5% mensual, por debajo de los indicadores de inflación. El gobierno propone ir a Washington sin devaluación brusca, pero para combatir la pérdida de competitividad que apunta el CES, el mercado especula con un desdoblamiento cambiario como el que planteó Miguel Kiguel en su reciente disertación en la BCSF.
Eso le permitiría al gobierno avanzar en un plan de estabilización, devaluando sólo el tipo de cambio "financiero" (ahorro y turismo), más allá de lo que pueda diseñar para que los productores liquiden más granos ante la emergencia por falta de reservas.
Señala el CES que "el Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantuvo una política que permitió una apreciación real del peso durante 2021, dónde la inflación se ubicó por encima del nivel de depreciación nominal de la moneda.
"El valor de referencia (mayorista), según comunicación "A" 3500 del BCRA, aumentó un 22,1% en 2021, contra una inflación del 50,8% según el índice de precios al consumidor publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Durante el primer semestre de 2022, el BCRA aceleró el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial, intentando mantener la competitividad precio del país. Pero ante el aceleramiento de la inflación, y la depreciación que están mostrando las monedas de otros emergentes relevantes para el comercio argentino, la pérdida de la competitividad precio del peso continúa".
Presión en la balanza
La escena cambiaria con inflación por encima de la devaluación "implica presión adicional a las primeras cifras negativas que viene mostrando la balanza comercial en 2022", expone el informe.
"Los precios de los commodities han colaborado con un mayor valor neto de las exportaciones de productos agrícolas, pero la situación de otros sectores exportadores y la rentabilidad de los productores primarios se encuentra en un estado delicado.
"Adicionalmente, el problema de reservas que atraviesa el BCRA pone un límite a las importaciones, que son cada vez más atractivas en términos de precios y que están presionadas por la necesidad energética que atraviesa Argentina y los insumos que requiere el sector productivo. Todo esto pone de manifiesto un escenario con claras disyuntivas en la política local, ante un contexto macroeconómico con serias dificultades".