Celoso custodio silencioso del incierto dato de las reservas netas, el Banco Central publicó un inusual comunicado en el que dio cuenta de 192 millones de dólares de acumulación en el primer día del dólar soja. Según el analista Christian Buteler, la autoridad monetaria compró US$292 millones a $230 ($67.160 millones) y vendió U$S 100 millones a $166.64 ($16.664 millones).
Comprar caro y vender barato; volcar pesos al mercado que no los quiere, aumentar los pasivos del BCRA (que incrementan presiones devaluatorias) también son datos que el Fondo Monetario mirará en las cuentas que llevan a Washington el viceministro, Gabriel Rubisntein; el asesor, Leonardo Madcur; el secretario de Finanzas Eduardo Setti y el subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo y el titular del INDEC, Marco Lavagna.
Hasta el viernes la delegación del equipo de Sergio Massa negociará la tercera de 10 revisiones trimestrales en el marco del acuerdo con el FMI. El ministro dijo que con los US$3 mil millones del dólar soja sobrecumplirá la meta comprometida en Reservas Internacionales Netas por 15% aproximadamente. No podrá decir lo mismo de la inflación, pero sí lleva noticias consistentes del ajuste fiscal bajo silencio cristinista.
Según la agencia financiera Cohen y Asociados, en la última semana, las reservas internacionales habían caído US$30 millones y cerraron la semana con un stock bruto de US$37.534 millones, en tanto que las netas (se descuentan los pasivos brutos a un año) quedaron levemente por debajo de los US$5.000 millones.
El balance en las cuentas que debe mostrar el equipo de Economía en Washington no se agota en el voluntarismo de las buenas noticias que sí se publican. Hasta octubre, la deuda con los importadores superaba ya los US$7.500 millones según cálculos de la agencia Aurum. Este es el tipo de cifras que no figuran en el comunicado del BCRA pero que también serán de cuidado en las revisiones de Washington.
¿Lleva Rubinstein un nivel de reservas internacionales compatibles con las metas del FMI? Cuando el Congreso revisó y aprobó el acuerdo en ausencia de Máximo Kirchner, se calculaban en US$5800; no es una cifra fija porque depende de cómo se contabilizan desembolsos de organismos multilaterales o de financiamientos netos en los DEGS que llegan desde el propio FMI tras cada revisión. Son unos 4.000 millones en la moneda del Fondo para esta tercera vuelta que la Casa Rosada anunció jocosamente aprobada a principios de octubre, aunque eso aún no sucede.