Al excluir la recaudación de retenciones -que no se coparticipan y subieron 181,2%- la recaudación nacional bajó en enero un 15,5%. Retrocedieron Bienes Personales -60,8% (real interanual), seguido por Combustibles con -45% (ya hay un sendero para reponer las alícuotas) y Ganancias con 38,6%. En cambio aumentó el impuesto PAIS con 283,8%, seguido por derechos de exportación con 181,2% y derechos de importación y tasa estadística con 41,9%, que tampoco “riegan” las arcas subnacionales. El impuesto PAIS supuso $469.199 millones; no es casual que los gobernadores quieran que se coparticipe ese tributo y que Javier Milei -Luis Caputo mediante- lo pretenda todo para el gobierno central. Por lo que le va a aportar este año y porque procuraría eliminarlo a fines de 2024 para convalidar la unificación cambiaria, que no sería viable con la persistencia del “impuesto al dólar”.
¿Hay moneda de canje hasta el martes? La pulseada por la caja no es la única pero es casi decisiva en la suerte del tratamiento en particular de la ley de Bases. El presidente no cede la meta fiscal del déficit cero; Maximiliano Pullaro advierte que el objetivo no puede ser a costa del rojo fiscal de las provincias. Santa Fe calcula que tiene $173 mil millones de rojo previsional, que debería en principio ser cubierto por Nación (así con todas las provincias que no transfirieron sus cajas en los ‘90) en 12 cuotas consecutivas este año: unos $14,4 mil millones por mes. Milei tampoco quiere saldar esa cuenta y busca desprenderse del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, que los gobernadores pretenden retener, para que garantice esas 12 cuotas “automáticas”. No es una disputa entre libertarios y progresistas; es la pelea por saber de dónde sale el poco dinero que hay, y cómo se reparte.