En términos de PBI a precios de mercado expresados en dólares, la economía de Argentina crecerá 2% durante este año y una cifra similar el próximo, según el detalle comprendido en las Perspectivas Económicas que este martes difundió el Banco Mundial. Sergio Massa pronosticó el fin de semana pasado que esa cifra estaría "muy por encima" del 3,5%.
La Argentina vio retroceder su PBI 9,9% en el año de pandemia, recuperó 10,4% en 2021 y creció 5,2% en 2022 según la evolución registrada por el BM. A mediados de año, el reporte del organismo preveía crecimientos de 2,5% para este año como para el próximo, en la economía nacional.
"Se espera que Brasil crezca un 0,8 % en 2023, debido a que las altas tasas de interés frenarán las inversiones, y el crecimiento de la exportaciones se desacelerará", dice el documento, que aún no evalúa el impacto que podría producir el intento de golpe de Estado en la principal economía latinoamericana..
"En 2023, el crecimiento mundial se desacelerará del 3 % pronosticado hace seis meses al 1,7 %". Según el informe "el crecimiento mundial se está desacelerando marcadamente debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania.
En el plano regional, "la economía de México se expandirá un 0,9 % este año, de acuerdo con las proyecciones, dado que las condiciones monetarias restrictivas, la inflación persistentemente alta y la merma en las exportaciones reducirán la actividad", dice el informe.
Detalla que "se prevé también que el producto interno bruto (PBI) de Argentina crezca un 2 % en 2023, puesto que la inflación muy elevada del país obstaculizará la actividad económica. Después de aumentar el año pasado, también se espera que el crecimiento en Colombia se desacelere marcadamente, hasta llegar el 1,3 % este año.
"Por otro lado, es probable que la economía de Chile se contraiga a lo largo del año, debido a que la baja en los ingresos reales erosionará el consumo. En Perú, la fuerte incertidumbre normativa y la disminución de los precios de los metales frenarán el crecimiento, que se proyecta en un 2,6 % para 2023".
En general para América Latina y el Caribe, el informe detalla una desaceleración del crecimiento hasta el 1,3% anual y 2,4% en 2024. "Esta desaceleración refleja tanto los esfuerzos de las autoridades monetarias por controlar la inflación como los efectos secundarios de un panorama mundial poco auspicioso.
Niveles de vida
Siempre en referencia a América Latrina y Caribe, el informe del BM señala que "en términos más generales, las proyecciones indican un estancamiento de los niveles de vida en la primera mitad del decenio de 2020, con un crecimiento promedio del PBI per cápita del 0,6 % anual entre 2020 y 2024. Esto podría dificultar la lucha contra una amplia gama de problemas sociales y agravaría los obstáculos que impiden un desarrollo sostenido e inclusivo" en la región.
Riesgo por tasas e inflación
"El panorama presenta riesgos adversos. Un crecimiento mundial más débil de lo previsto podría afectar significativamente los precios de los productos básicos, lo que socavaría la actividad económica de los países exportadores de la región. Un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales también podría generar tensiones financieras en las economías más vulnerables", dice el informe del Banco Mundial.
"La inflación interna en América Latina y el Caribe podría ser más persistente de lo previsto, lo que podría elevar las expectativas inflacionarias a largo plazo. En ese caso, para controlar la inflación de forma duradera quizá se requiera un considerable incremento adicional de las tasas de interés. Si bien esto puede ser necesario, podría frenar aún más el crecimiento a corto plazo".
Estados Unidos y China
"Se prevé que con el crecimiento algo lento de Estados Unidos y China se reduzca la demanda de exportaciones, mientras que el aumento de las tasas de interés estadounidenses probablemente implique que las condiciones financieras seguirán siendo restrictivas.
"Las proyecciones indican que la lentitud del crecimiento mundial incidirá en los precios de los productos básicos, lo que debilitará la relación de intercambio de América del Sur. Según las previsiones, la inversión regional disminuirá este año como consecuencia del aumento de los costos del financiamiento, la escasa confianza empresarial y la fuerte incertidumbre normativa".