Advierten que reducir la jornada laboral podría provocar más inflación
Mientras el Congreso comenzó a debatir el proyecto que busca achicar la cantidad de horas diarias dedicadas al empleo, un informe de Idesa alertó que puede provocar aumentos en los precios y mayor informalidad dada la situación actual del país.
Advierten que reducir la jornada laboral podría provocar más inflación
Si bien los propulsores del proyecto de reforma laboral para reducir la carga horaria diaria de los empleos argumentan que redundará en un beneficio para los trabajadores, algunos sectores sostienen que puede provocar lo contrario. Tal es el caso del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), que en su último informe advirtió que podría desencadenar una disparada de previos y traer mayor informalidad laboral.
El instituto, que dirige el economista Jorge Colina, calcula que para achicar el día de trabajo a seis horas, primero la productividad de las empresas "debería crecer un 33%”. Y advierte que, en caso de materializarse la propuesta en el Congreso, la consecuencia sería negativa debido a que los costos de producción "se trasladarían a los precios".
"Dado que se acumulan décadas con niveles de productividad estancados, se puede afirmar que, en las actuales condiciones, reducir la jornada legal tendrá asociado más informalidad y más inflación", define el informe.
En ese sentido, indica que “lo prioritario es ordenar el Estado y las instituciones laborales para crecer con más empleos de calidad”.
Análisis comparado
En el Congreso nacional coexisten varias iniciativas que proponen disminuir la jornada laboral legal. La idea central es que al reducir la jornada laboral a menos de 8 horas diarias -48 horas semanales- tal como rige actualmente, las empresas deberán buscar a más trabajadores sin que ello afecte negativamente las remuneraciones. De esta forma, se cree, habrá más trabajo y mejor pago.
En relación a las propuestas legislativas, el estudio compara las discusiones que se han dado en la Unión Europea en contraposición de la agenda instalada en nuestro país. “La idea de reducir la jornada laboral no es nueva ni propia de la Argentina. La discusión en el viejo continente está más centrada en mejorar la calidad de vida de los trabajadores que en aumentar el empleo", describe.
"En los países desarrollados, el sostenido crecimiento de la productividad laboral lleva a plantear el dilema de si conviene que esto se siga traduciendo en aumentos en las remuneraciones o incrementar el tiempo libre que disponen los trabajadores, dejándolos optar a ellos entre más remuneraciones o más tiempo libre", agrega.
Multiplicar la inversión
Como parte del diagnóstico de la situación argentina, el documento indaga cuánto trabajan los argentinos actualmente. De acuerdo a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, referida al año 2023, observa que un 15% trabaja más de 48 horas semanales; un 19% trabaja entre 40 y 48 horas semanales, y el 66% trabaja menos de 40 horas semanales.
“Estos datos muestran que en la Argentina 2 de cada 3 trabajadores ya lo hacen en jornada reducida. En la mayoría de los casos esto viene asociado con pobreza por bajos salarios y elevada informalidad”, reafirma el estudio.
La consultora económica sostiene entonces que “el problema no es que hay trabajadores que trabajan mucho y que les quitan empleo a otros, sino que hay una severa escasez de buenos empleos".
Por último, sostiene que "el principal desafío no pasa por compartir los pocos empleos de calidad que hay, sino por multiplicar los empleadores y las inversiones productivas”.
"Esta es la vía para que haya más puestos de trabajo, con mayor productividad laboral, con altos salarios y con jornadas laborales razonables", concluye el informe.