El directorio del Banco Central se sorprendió con la inflación de 6,6 por ciento en febrero porque tenían planeado mantener la tasa de interés y esperar un aumento de precios menor a 6,25 por ciento.
El asunto se resolverá en el directorio ordinario de los jueves. Esta medida impactará en los plazos fijos.
El directorio del Banco Central se sorprendió con la inflación de 6,6 por ciento en febrero porque tenían planeado mantener la tasa de interés y esperar un aumento de precios menor a 6,25 por ciento.
En consecuencia se estaría analizando, por parte de la entidad monetaria, la viabilidad de implementar un nuevo aumento en la tasa de interés. Según fuentes oficiales, el asunto se resolverá en el directorio ordinario de los jueves de la autoridad monetaria, donde se podrá decidir una suba de al menos 5 puntos porcentuales.
De incrementarla en este monto, la tasa de política monetaria pasaría de 75% a 80% anual, lo que implicaría una tasa de 117% anual frente al 107,5% actual.
La tasa de interés define, por ejemplo, cuánto rinde un plazo fijo o cuán costoso es pagar el mínimo de la tarjeta y financiar el resto.
El informe de Ecolatina señala que el BCRA todavía tiene un margen para una suba de tasas si se considera que en 2022, el acuerdo entre la autoridad monetaria y el Ministerio de Economía fue el de establecer como límite inferior la tasa de pases del BCRA (como referencia, las Leliq) y como límite superior la tasa de las Letras del Tesoro (Ledes).
“Si bien hasta septiembre la tasa de las Leliq (BCRA) se ubicó levemente por debajo del rendimiento de las Ledes (Tesoro), esa brecha comenzó a estirarse paulatinamente desde octubre ante la necesidad de incrementar el financiamiento y reducir la utilización de instrumentos indexados. Como resultado, la brecha superó los 12 puntos porcentuales en febrero, lo que le brinda un amplio margen de maniobra al BCRA en caso de que decida convalidar una nueva suba de tasas”, apunta la consultora.
“Si bien una nueva suba de tasas ayudaría a contener presiones cambiarias y a combatir las elevadas expectativas de inflación, no todo es color de rosas”, añade el informe. Estos son los dos impactos negativos de una decisión de este tipo:
Igualmente, de acuerdo con la consultora, con un nivel de Tasa Efectiva Mensual en el orden del 6,3%, el BCRA todavía tiene argumentos para sostener el nivel actual de tasa, sobre todo porque “la aceleración inflacionaria reciente se explicaría por motivos estacionales o puntuales (como el caso de la carne y las tarifas)”.
Lo que ocurra en el segundo trimestre con la inflación será una bisagra, precisa el informe: “Si la inflación persiste en niveles por encima del 6% mensual presionará al BCRA a acelerar el crawling peg (la devaluación a cuentagotas) para evitar una mayor apreciación cambiaria y convalidar un nuevo incremento en la tasa para volver a mostrar rendimientos reales positivos y evitar la fuga de pesos hacia los dólares alternativos”.