La provincia de Santa Fe pasó de 494.800 puestos de empleo privado registrado en 2019 a 515.900 en 2022. Las mediciones con corte a octubre de ambos años, son destacadas por un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
El dato es menor que el incremento del 6,5% a nivel nacional. El monotributo social es el rubro de mayor evolución, y explica en parte el fenómeno de "trabajadores pobres".
La provincia de Santa Fe pasó de 494.800 puestos de empleo privado registrado en 2019 a 515.900 en 2022. Las mediciones con corte a octubre de ambos años, son destacadas por un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Según el centro de estudios que dirige el economista Nadin Argañaraz, la provincia había perdido empleos formales en el año de la pandemia, cuando cayó a 479.000 puestos formales y se recuperó hasta 463.300 empleos en 2021, siempre del sector privado.
La evolución desde 2019 fue de 4,3% en tres años estuvo por debajo del nivel nacional. En el detalle que ofrece Iaraf, "los trabajadores registrados, en octubre crecieron 5,1% interanual (622.700 puestos) y el crecimiento respecto a octubre de 2019 es del 6,5% (791.700 puestos)".
Sin embargo, en las "cuentas estadísticas" entra a jugar la calidad del empleo. Así por ejemplo, el mayor crecimiento en el último año tuvo lugar en el Monotributo Social (39,6%), seguido por Monotributo (6,7%). Sólo atrás están las consecuencias de la demanda de asalariados del sector privado (4,9%), asalariados públicos (1,6%), autónomos (1,3%), y asalariados de casas particulares (-0,7%).
Como se sabe, el Monotributo Social es un régimen tributario que promueve la inserción de emprendedoras y emprendedores en situación de vulnerabilidad, que realizan una única actividad económica por cuenta propia y se encuentran fuera del mercado formal laboral o trabajando en relación de dependencia con ingresos brutos inferiores al haber previsional mínimo.
Eso explica por qué en las cuentas estadísticas el empleo crece pero los trabajadores formales están alcanzados por la situación de pobreza. Un fenómeno que fue ya advertido, entre otros, por el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
Tomando los últimos tres años (octubre 2019 a octubre 2022) Iaraf observa que "crecieron el Monotributo Social (56,3%), Monotributo (16,9%), Asalariados Públicos (5,1%) y Asalariados Privados (3,2%). Y cayeron los Autónomos (-2,0%) y los Asalariados de casas particulares (-6,1%)".
Iaraf destaca que "en octubre de 2022, todas las provincias, salvo Tucumán, mostraron un crecimiento interanual en el empleo asalariado registrado del sector privado. Como ya se describió en la sección previa, el conjunto del empleo asalariado privado aumentó un 4,9% interanual.
"Resulta interesante medir la variación del empleo privado asalariado en lo que va del año en cada una de las jurisdicciones. En el gráfico 2 puede apreciarse que ha habido un crecimiento promedio del empleo total asalariado privado registrado del 4,4%. Catamarca, Formosa, La Rioja y Neuquén componen el grupo de las cuatro jurisdicciones con mayor aumento, con subas del 15,6%, 10,0%, 9,7% y 8,4%, respectivamente".
De los cuadros se destaca que CABA, Entre Ríos, Chubut, Corrientes y Tucumán son las cinco jurisdicciones que peor performance tuvieron (Tucumán con variación negativa).
"Si la comparación mensual se hace contra tres años atrás (octubre 2019), se aprecia que en dos jurisdicciones el empleo estuvo por debajo del nivel pre-pandemia".
"Una es CABA, donde cayó 0,4% y la otra es Tucumán, donde cayó un 6,1%. En las restantes veintidós, el empleo creció. Catamarca lideró el ranking con una suba del 25,2% y en el otro extremo se ubicó Mendoza con un aumento de solamente el 0,3%".