Jueves 1.4.2021
/Última actualización 14:32
Sergio Bernardi, titular de la Cámara Industrial de Extrusado y Prensado Santa Fe (CIDEP), calificó como “muy positiva” la reunión convocada en la Casa Gris por el senador nacional Roberto Mirabella, en la que se ratificó la posición del sector público y privado de la provincia en favor de la prórroga a la promoción de biocombustibles.
La ley 26093 de 2006 ordena beneficios fiscales y dispone cupos para “costar” con biodiésel (se agregó el bioetanol en 2008) el gasoil y las naftas, en proporciones que hoy están -al menos en los papeles- en el 10 y 12%, respectivamente. La norma vence el 12 de mayo.
La entidad que preside Bernardi representa a unas 95 empresas “extrusoras” de grano de soja principalmente, que se procesa de tal manera en las localidades del interior provincial en plantas que tienen en promedio 7 empleados directos en promedio.
Producen aceite y expeller; el aceite es materia prima de las plantas de biodiésel, fábricas que se verían afectadas si en Diputados de la Nación procede un proyecto alternativo que reduce los cortes -en beneficio de una mayor porción hidrocarburífera en los surtidores del país- y les achica el mercado.
El gran poder de “las chicas”
Bernardi le explicó a El Litoral que las grandes plantas de crushing de soja utilizan un proceso químico que les permite procesar hasta 20 mil t por día de granos para obtener aceites y harinas proteicas con destino a la alimentación animal.
Las empresas representadas en CIDEP utilizan en cambio “procesos mecánicos con extrusores que trabajan por fricción del grano contra los equipos y generan temperatura” de hasta 140 grados. “Así la soja puede ser ‘desactivada' para que sea digerible” (el caso del expeller) para aves, cerdos o vacas lecheras, en tanto se separa el aceite que es materia prima del biodiésel. “Son plantas que procesan entre 40 y 70 t por día”.
“Agregamos valor en origen”, detalló Bernardi en defensa del proceso virtuoso del sector. Hay unas 500 empresas de esta escala en todo el país, que surgieron desde la ley promovida durante el gobierno de Néstor Kirchner.
No legislar “a las apuradas”
“A nosotros lo que nos preocupa es lo que se hace a las apuradas. Más allá de los intereses económicos, está la estructura de muchas empresas y empresarios que han invertido, que están ahora invirtiendo y generando puestos de trabajo. Es algo que no se puede dejar de valorar y que necesita previsibilidad”, dijo Bernardi sobre el borrador de una nueva ley que impulsó el secretario de Energía de la Nación, a contramano de la prórroga que ya votó por unanimidad el Senado y que daría tiempo para configurar una nueva norma.
“Sentémonos a discutir; la ley que vence es una ley virtuosa que permitió el desarrollo y facilitó exportaciones de biodiésel. Además seguimos importando gasoil y no podemos ir a contrapelo del mundo”, que marcha hacia energías verdes.
“Estas cosas ameritan tiempo. Nos pareció muy bueno el planteo del senador Mirabella que nos convocó a los que estamos interesados en el tema. La prórroga tiene que darnos tiempo para debatir; somos parte de la matriz energética del país”, concluyó.
“Las Pymes extrusoras no trabajan sólo con soja. Están las que trabajan sobre girasol, asociadas a la Cámara, cuyo aceite va más a lo comestible. Y hay algunas plantas que están haciendo o planificando inversiones en biocombustibles, aunque la gran mayoría procesamos soja y somos proveedores de las productoras de biodiésel con el aceite”, expuso Bernardi a El Litoral.