Las extrusoras piden reconocimiento por agregar valor y generar empleos
Producen insumos para alimentación animal y aceites para consumo y biodiésel. Trabajan sin químicos; no acceden a energía suficiente y padecen las retenciones.
Las extrusoras piden reconocimiento por agregar valor y generar empleos
Hay unas 400 pequeñas plantas industriales en el país que se vienen desarrollando desde hace 15 años en localidades del interior profundo del país. Son las "extrusoras", que llevaron actividad y empleo fabril al pie de los campos de soja, para agregar valor y producir expeller (nutriente para alimento de animales) y aceites (para consumo o biodiésel) sin agregados de hexano (químico), como usan las grandes industrias.
La Federación de Cámaras de Extrusado y Biopymes de Argentina ha reunido al sector en el 8° Congreso Nacional, en el Museo de la Constitución. El sector viene trabajando para que se lo catalogue como economía regional, se tipifique su producto diferencial, se configure la economía circular y mejore el escenario laboral en lugares donde no hay otro empleo industrial.
Pablo Sánchez, vicepresidente de Feceba y Alejandro Saavedra del Inta. Economía circular, mejoras de eficiencia, ahorros en la producción y producción homogeneizada, parte de los planteos analizados en el panel del Congreso. Crédito: Manuel Fabatía
"Somos creadores de valor en origen y generación de puestos de trabajo en cada una de nuestras localidades, donde están nuestras empresas, en el interior profundo de nuestro país", señaló Fabio Ferrero, presidente de la Federación de Cámaras de Extrusado y Biopymes de Argentina. Las empresas nucleadas están en Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires; Córdoba está en proceso de sumarse mientras que en San Luis y La Pampa hay nuevas firmas que están siendo contactadas para que se "institucionalicen" y sumen a la gestión sectorial.
"Somos creadores de valor en origen y generación de puestos de trabajo en cada una de nuestras localidades, donde están nuestras empresas, en el interior profundo de nuestro país", señaló Fabio Ferrero, presidente de Feceba. Crédito: Manuel Fabatía
Martín Vigo Lamas, presidente de la Bolsa de Comercio de Santa Fe -anfitriona del encuentro a través de la Cámara local- resaltó la evolución tecnológica de las extrusoras en favor de "una producción sostenible" y destacó que "el sector innova y se encuentra integrado principalmente por gente joven, que ha formado Pymes, busca oportunidades de progreso y genera empleo en lugares de origen".
Martín Vigo Lamas, presidente de la Bolsa de Comercio de Santa Fe -anfitriona del encuentro a través de la Cámara local- destacó que "el sector innova y se encuentra integrado principalmente por gente joven, que ha formado Pymes, busca oportunidades de progreso y genera empleo en lugares de origen". Crédito: Manuel Fabatía
El directivo resaltó la "preocupación por la falta de disponibilidad de energías para el funcionamiento de las plantas y respecto de los costos finales", que constituyen "limitante que impiden el crecimiento" más allá del costo arancelario que ha restado capacidad exportadora.
"Somos economía regional"
Pablo Sánchez, vicepresidente de Feceba, fue quien se encargó de acentuar el pedido de un posicionamiento diferenciado para la exportación de las extrusoras en el código aduanero. "Somos economía regional por tamaño, ubicación, arraigo y puestos de trabajo genuinos; si bien partimos de un commodity, que es la soja, lo transformamos en una especialidad desde empresas únicas", detalló.
Planteó la "tipificación de expeller y aceite libre de hexano (el químico que usan las grandes industrias para tratar la soja) para diferenciarnos" y atender "una demanda de nicho. No somos competencia de la gran industria por escala y características; queremos discutir una posición arancelaria diferente", señaló.
Refirió al respecto que hay gestiones en marcha ante Senasa y la secretaría de Economías Regionales. "Es un camino a continuar" alentó Sánchez, quien describió que hay muchas plantas trabajando por debajo de su capacidad por la pérdida de mercados externos en países limítrofes -debido a la sobrecarga arancelaria- que no fueron compensados por la gran industria sino por otros competidores internacionales, mermando el ingreso de divisas al país.