La economía argentina caerá 9,9% este año, y el país será uno de los seis que más sufrirá las consecuencias de la crisis disparada por la pandemia en todo el mundo, estimó hoy el FMI.
La economía argentina caerá 9,9% este año, y el país será uno de los seis que más sufrirá las consecuencias de la crisis disparada por la pandemia en todo el mundo, estimó hoy el FMI.
Además, será una de las economías que menos se recuperará durante 2021: para el Fondo Monetario, el PBI crecerá 3,9% en el próximo año.
Así quedó reflejado en el último informe sobre "Perspectivas Económicas Mundiales" que se difundió este miércoles en Washington y repercutió rápidamente aquí.
En ese trabajo, titulado "Una crisis como ninguna otra, una recuperación incierta", el organismo multilateral indicó que dos destinos principales de las exportaciones argentinas (Brasil y México) también caerán fuerte este año: 9,1% y 10,5% respectivamente.
Sin embargo, otro de los socios comerciales de la Argentina, como lo es China, crecerá 1% este año, según las proyecciones actualizadas del FMI.
El informe proyectó además una caída del 4,9% de la economía mundial para este año: 1,9 puntos porcentuales menos que el pronóstico de abril último.
Para el Fondo, "la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto más negativo en la actividad en el primer semestre de 2020 de lo previsto, y se estima que la recuperación sea más gradual de lo previsto anteriormente".
En 2021, el crecimiento mundial será del 5,4%, pronosticó el organismo que, al mismo tiempo, advirtió por el "impacto adverso en los hogares con bajos ingresos, que es particularmente agudo, poniendo en peligro el progreso significativo logrado en la reducción de la pobreza extrema en el mundo desde la década de 1990".
El Fondo consideró que la brusca baja de la actividad global llega con "un golpe catastrófico para el mercado laboral mundial".
También, advirtió que "el alcance del reciente repunte en el sentimiento del mercado financiero parece desconectado de los cambios en perspectivas económicas subyacentes, planteando la posibilidad de que las condiciones financieras se endurezcan".
En este marco, el Fondo Monetario recomendó que "dada la enorme incertidumbre, las autoridades de cada país deben permanecer alertas y las políticas tendrán que adaptarse a medida que la situación evolucione".
"Por ahora, el apoyo sustancial de la política fiscal y monetaria debe continuar, especialmente en los países donde se prevé que la inflación siga siendo moderada. Al mismo tiempo, los países deben garantizar una contabilidad fiscal y transparencia adecuadas, y que la independencia de la política monetaria no se vea comprometida", subrayó.
Con información de NA