El Fondo Monetario Internacional planteó que la Argentina necesitará algunas reformas con "alta prioridad" en algunos sectores decisivos de la economía como el sistema impositivo y el mercado laboral, en medio de la tensión entre el Gobierno nacional y el organismo.
Desde la otra vereda, el presidente Alberto Fernández endureció su discurso contra el FMI mientras se demora el resultado de la negociación por un nuevo programa financiero y a horas de un cara a cara entre el mandatario y la directora gerente Kristalina Georgieva.
El organismo internacional publicó un informe previo a la cumbre de jefes de Estado del G20 que tendrá lugar en Roma. En ese reporte, según informó Infobae, firmado por la propia Georgieva el Fondo "hace un llamado para que dentro de cada economía se tomen medidas contundentes", consideró, en el contexto de una economía global aún en recuperación del impacto de la pandemia.
"Por ejemplo, la política monetaria debería ser paciente ante los aumentos transitorios de la inflación, pero debería estar lista para actuar sin demora si las expectativas de aumento de la inflación se hacen palpables. En este caso, la clara comunicación de los planes de política es más importante que nunca para evitar repercusiones transfronterizas adversas", adivirtió Georgieva.
"Si las políticas monetaria y fiscal se calibran cuidadosamente, encuadrándolas dentro de sólidos marcos a mediano plazo, se puede generar más margen para gasto en salud y en los grupos vulnerables. Estas calibraciones pueden arrojar rápidos beneficios a lo largo de 2022?, agregó la economista búlgara.
"A continuación, las reformas estructurales a favor del crecimiento generan el grueso de los avances adicionales; estamos hablando de políticas en el mercado laboral que incentiven la búsqueda de empleo y la reconversión profesional, y reformas de las regulaciones de los mercados de productos para reducir las barreras de entrada y así crear oportunidades para nuevas empresas. Un programa de este tipo con políticas a corto y mediano plazo podría incrementar el PBI real agregado del G20 en aproximadamente USD 4,9 billones hasta 2026, continuó.
El Fondo "hace un llamado para que dentro de cada economía se tomen medidas contundentes", consideró, en el contexto de una economía global aún en recuperación del impacto de la pandemia
"Por nuestra parte, estamos haciendo un llamado a canalizar los DEG para establecer el nuevo Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad, avalado firmemente por los países miembros durante nuestras Reuniones Anuales. Esto permitirá atender las necesidades de los países de bajo ingreso y de los países vulnerables de ingreso mediano, incluidas las relacionadas con su transición a una economía más verde. Concluir y reforzar el acuerdo histórico sobre un impuesto mínimo a las sociedades a escala mundial también ayudará a movilizar ingresos para inversiones transformadoras", dijo Georgieva en referencia a dos medidas que también son reclamadas por la Argentina en distintos foros internacionales.
Las 7 reformas que pide el FMI y cuáles les tocan a la Argentina
El paper del organismo, que fue elaborado por los técnicos del Fondo junto con los de la OCDE, menciona siete aspectos para tomar en consideración a la hora de recomendar reformas estructurales en los países que integran el G20.
"En la mayoría de las economías, se necesita una mayor flexibilización de las regulaciones del mercado de productos y la implementación de políticas activas del mercado laboral, incluso para facilitar la reasignación de recursos de los sectores y empresas que se están reduciendo a los que están en expansión", consideró el informe.
"El apoyo al cuidado de los niños y otras reformas para apoyar la participación de la mujer en el mercado laboral apoyaría el crecimiento y la inclusión. En medio de la necesidad de fortalecer los equilibrios fiscales y reducir la deuda, la reforma de la estructura tributaria para ayudar a aumentar la participación de los impuestos sobre el consumo y la propiedad en los ingresos fiscales totales también sería beneficiosa", agregó.
Las siete reformas que el FMI pidió para las economías del G20 son facilitar las regulaciones del mercado de productos, la liberalización o facilitación del comercio, facilitar la legislación de protección del empleo, reforma de la estructura tributaria, investigación y desarrollo, reducir la distorsión fiscal laboral, gasto en cuidado infantil, políticas activas del mercado laboral y reducir la tasa de sustitución de las prestaciones por desempleo.
Ese listado es "recomendado" para las 20 economías miembro, pero para cada caso cambia la prioridad que deberían darle. Para la Argentina, por ejemplo, el FMI remarcó como de alta prioridad tres en particular: la reforma del sistema impositivo, cambios en el mercado laboral y acceso al mercado de productos. El Fondo Monetario, de todas formas, no especificó cómo deberían ser esas reformas estructurales.
Con un grado menor de urgencia, el FMI identificó para la Argentina a la liberalización del comercio, mientras que con menor prioridad ubicó a la simplificación de la legislación de protección del empleo, solucionar ciertas distorsiones fiscales del mercado laboral y el gasto en cuidado infantil.