Por José Calero (Especial, NA)
Por José Calero (Especial, NA)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) reclama que la Argentina fije un sendero creíble para reducir el déficit fiscal y a su vez frenar en forma gradual pero sostenida la emisión monetaria, dos cuestiones difíciles de digerir para el kirchnerismo.
Es que ambas variables conspiran contra la construcción de capital político por parte del Gobierno, y siembran dudas sobre la posibilidad de retener el poder más allá del 2023.
En la coalición gobernante empieza a haber consenso en que el largamente anunciado recorte de gastos deberá aplicarse durante el 2022.
"Será una combinación de recortes en el gasto público, por ejemplo en algunos subsidios, y un aumento de la recaudación vía mayor crecimiento", es la lectura que realizan cerca del Ministerio de Economía.
Por eso será crucial en qué medida el ministro de Economía, Martín Guzmán, logra convencer al Congreso de avanzar con un Presupuesto que busca achicar el desequilibrio de las cuentas públicas, aunque el eje será fijar un crecimiento económico mayor al esperado para el 2022.
Guzmán propone mejorar las cuentas sobre todo a través de un mayor crecimiento de la actividad económica que posibilite incrementar la recaudación, y trata de bajarle el tono al otro lado de esa ecuación: recortar gastos.
Los técnicos del Fondo también piden claridad en la estrategia para revertir el proceso de pérdida de reservas.
Los representantes de la Argentina se mostraron optimistas y destacaron que entre diciembre y febrero las liquidaciones por la cosecha de trigo rondarán los USD 2.500 millones.
Serán fondos claves para lograr apuntalar reservas que vienen retrocediendo con fuerza.
A pesar de la cosecha con precios récord, este año cerrará con una caída de USD 500 millones en el nivel de reservas respecto del 2020.
Las divisas retrocedieron por compras de parte de los ahorristas, pagos de deudas y consumos con tarjetas en el exterior.
El costado más flojo para aumentar el nivel de reservas está vinculado con el bajo nivel de inversión extranjera directa.
Guzmán asegura que esa variable clave se acelerará rápido en cuanto los mercados observen que la Argentina va en serio para lograr un acuerdo por la deuda.
"Esta vez sí lo vamos a lograr", repite el ministro de Economía, cuando le recuerdan las decenas de acuerdos fallidos con el organismo multilateral que firmó la Argentina en varias décadas.