Suspensión: en el frigorífico venadense también influye la baja del Kosher
Este viernes será el último día de faena, ante la falta de hacienda a precios razonables, según alega la empresa. En la planta local, se suma la interrupción de la matanza kosher hasta mediados de octubre.
Suspensión: en el frigorífico venadense también influye la baja del Kosher
Sobre el mediodía de este jueves, se había informado oficialmente de la suspensión de actividades en las plantas de faena del Frigorífico Swift en Villa Gobernador Gálvez y Venado Tuerto, en Santa Fe, y Pilar, en Buenos Aires, en razón de la disparada de precios de la hacienda en las últimas semanas -hasta un 50%- y la escasez de oferta, sumado a la incertidumbre que generó en los mercados la devaluación del último lunes, que nadie explicó en el gobierno, más allá de lo esperable de la medida.
Enseguida se supo que serían más de 2.500 los trabajadores de las distintas plantas que desde el próximo lunes entrarán en un régimen de vacaciones forzosas, al menos por dos semanas, a la espera de una normalización del mercado de hacienda luego de los recientes cimbronazos, que desalentaron la continuidad de las exportaciones, principal fortaleza de la compañía cárnica.
Luego, en horas de la tarde de la víspera, El Litoral indagó sobre algunas particularidades de la planta fabril venadense, que cuenta con más de 400 trabajadores y cuya situación no es exactamente la misma que la de la nave insignia de Swift, localizada en el Gran Rosario. En este sentido, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Carne del Departamento General López, Cristian Crudelli, confirmó que, a causa del alto precio del “kilo en pie”, este viernes 18 de agosto transcurrirá la última jornada de faena, en esta etapa, a la espera de reanudar las actividades productivas el mes entrante, "tal vez con cortes de consumo o apertura de nuevos mercados".
Ingreso a la planta de Venado Tuerto.
Además, el gremialista subrayó que “en la actualidad, en Venado Tuerto, la actividad más importante sigue siendo el Kosher, con faenas de consumo, que ahora se interrumpe hasta mediados de octubre por las festividades judías”.
También circularon versiones preocupantes acerca de la situación de los empleados contratados del frigorífico (serían más de un centenar), y desde el sindicato del sector aclararon que todos los obreros, cualquiera sea su condición, en caso de extenderse la inactividad, percibirán la “garantía horaria” (70% del salario), aunque reconoció Crudelli que, en este escenario adverso, lo más probable es que “esos contratos no sean renovados”. Nadie habla, por el momento, de cesantías en el corto plazo, pero reina la inquietud, sobre todo porque en este período electoral, y con un gobierno debilitado por la crisis, los próximos meses se avecinan inciertos.