Mientras el presidente Alberto Fernández confirma una y otra vez que no habrá cambios en el sistema jubilatorio argentino, las estadísticas demuestran que en los últimos cuatro años -incluido el mes de febrero de 2022- la inflación promedio anual fue del 45,5% y produjo un daño que se agrava con la reforma jubilatoria del 2020, cuando el jefe de Estado afirmó que el sector estaba “recuperando derechos”.
“La inflación sostenida en niveles altos evapora el poder adquisitivo de trabajadores activos y pasivos. Un análisis realizado para los jubilados que cobran el haber mínimo, incluyendo los bonos cobrados, permite afirmar que un jubilado que cobra la mínima perdió en el acumulado de los últimos cuatro años, medio año de ingresos reales respecto a 2017”, señala un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, que firma Nadin Argañaraz.
D.R
“Durante todos los años se verificaron caídas de poder adquisitivo en comparación con los doce meses transcurridos entre marzo de 2017 y febrero de 2018 (el período tomado como base). En el segundo (marzo de 2018 a febrero de 2019) año sus ingresos fueron 10,2% inferiores al año base, en el tercero (marzo de 2019 a febrero de 2020) resultaron 10,6% inferiores al periodo base, mientras que en el cuarto año (de marzo 2020 a febrero 2021) resultaron un 12,5% inferior y en el último año (desde marzo 2021 a febrero de este año) verificaron la mayor diferencia: 15,3% inferior.
Ya en el análisis de la ejecución presupuestaria 2021 de la oficina específica del Congreso Nacional, se informó que “las jubilaciones y pensiones tuvieron un retroceso de 4,3% real en el año como resultado de la fórmula de movilidad vigente. El rubro registra cuatro años consecutivos de baja, porque los haberes no compensan la suba de precios: la participación del gasto previsional se redujo del 9,8% del PIB en 2017 a 8,4% en 2021”.
Concluye el informe del Iaraf señalando que “la inflación persistente destruye el poder adquisitivo. Es esencial y prioritario que la política económica encuentre el camino necesario para que la inflación baje de manera sostenida en nuestro país. De lo contrario, una buena parte de la población seguirá perdiendo poder adquisitivo, básicamente capacidad de consumo”.