El Litoral lo había advertido a principios de septiembre: después de la devaluación del 22% post paso, las petroleras aumentaron el 12,5% convenido con el ministro-candidato Sergio Massa. Pero el canal mayorista aumentó 25% sus precios.
El agro va a las estaciones porque el combustible es más barato allí que en el canal mayorista. Camiones, colectivos y autos, a la cola.
El Litoral lo había advertido a principios de septiembre: después de la devaluación del 22% post paso, las petroleras aumentaron el 12,5% convenido con el ministro-candidato Sergio Massa. Pero el canal mayorista aumentó 25% sus precios.
Ahora que las tareas a campo se intensifican, el agro busca el mejor precio en los surtidores, pero las estaciones sometidas a cupos de compra por las petroleras, no pueden reponer para atender la demanda acrecentada. Y eso genera problemas eventuales.
El país no produce todo el gasoil que necesita -menos aún con una parada técnica en YPF- y las petroleras no quieren importar caro para distribuir barato al mercado interno. Menos con la inestabilidad del dólar o la falta de acceso a las divisas para hacerlo.
Sólo Economía y las grandes petroleras saben cómo se compensa esa diferencia, que el gobierno subsidia en ese nivel pero que impacta en los costos de las estaciones de servicio. "Nuestra rentabilidad está fijada por el gobierno y las petroleras", insistió Alberto Boz, vicepresidente de la Confederaciòn de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina.
"A las petroleras se les dan concesiones -subsidios, quitas de cargas impositivas- que cubren el desfasaje. Pero nuestros insumos, nuestros costos, suben con la inflación: honorarios profesionales, salarios de trabajadores, reparación de surtidores, compras de mangueras, tasas, energía. Estamos desfasados", explicó el empresario.
El director del Instituto de Economía Política de la Universidad Siglo 21 calculó que "para una estación de 250 metros cúbicos mensuales, el beneficio teórico era 2,72 por ciento de la facturación en junio de 2021; llegó a 0,48 por ciento en julio de 2023 y mejoró en agosto por el aumento de precio de combustibles.
"Pero en la medida en que el gobierno decida mantenerlos hasta noviembre -dado el fuerte incremento de costos, entre otras cosas, por el aumento salarial ya previsto que está pasando montos no remunerativos al básico-, se reduciría de nuevo a sólo 0,13 por ciento, es decir, prácticamente no ganaría nada". El director de Economic Trends explicó que "desde junio de 2021 hasta agosto de 2023, el precio promedio de los combustibles líquidos en Argentina se incrementó 230,4 por ciento, pero el IPC nacional lo hizo en 322.1 por ciento".
Tarjetas de crédito
Tras un "arduo" proceso de negociaciones, demandas judiciales y reuniones con autoridades nacionales, la Confederación de Entidades del Comercio e Hidrocarburos de Argentina (CECHA) con el apoyo de FECRA, logró reducir los plazos de acreditación de pagos con tarjetas de crédito para las estaciones de servicio de todo el país.
Según la resolución del BCRA, las estaciones que sean micro o pequeñas empresas -o cuyo titular sea persona humana- tendrán acreditado en cinco días hábiles el importe de las ventas efectuadas en un pago con tarjeta de crédito, en lugar de los ocho que rige la norma hasta el momento (que en la práctica se puede terminar acreditando dentro del plazo de 10 o 15 días corridos).
La reducción de plazos fue estipulada por el Directorio del Banco Central de la República Argentina en el marco de los acuerdos de precios y estará vigente a partir del 15 de octubre, siempre que los comercios acepten esos pagos a través de un adquirente.
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