El ministro de Economía Martín Guzmán retomará esta semana el contacto con acreedores para discutir la oferta de reestructuración de deuda que presentó el Gobierno hace diez días.
El ministro de Economía Martín Guzmán retomará esta semana el contacto con acreedores para discutir la oferta de reestructuración de deuda que presentó el Gobierno hace diez días.
Para eso, el jefe del Palacio de Hacienda realizará un road show virtual con bonistas para debatir distintos puntos de la propuesta de pago, que incluye tres años de plazo de gracia y una quita de intereses de 62%. La oferta permanecerá vigente hasta el 8 de mayo.
Guzmán admitió que la negociación incluye "tensiones y frustraciones" en el ida y vuelta con los tenedores de la deuda pero que es "parte del proceso". "En esas negociaciones hay tensiones pero es normal. Sería más preocupante si los bonistas me elogiaran. Su interés es cobrar lo máximo posible, mi función es defender los intereses de los argentinos", dijo el ministro en una entrevista con la TV Pública.
"Normalmente este tipo de reuniones se hacen en persona, pero esta vez las vamos a hacer de forma virtual, sobre la base de la buena fe, con nuestra propuesta ya presentada y para discutir distintos detalles", explicó el funcionario.
"En las negociaciones hay muchos parámetros en juego. El período de gracia es uno, pero están también los intereses, cuándo vencen los bonos, etcétera. Argentina no tiene capacidad de pago y lo que queremos hacer nosotros es buscar condiciones para que el país pueda volver a crecer y que sea sostenido", apuntó.
En ese sentido, Guzmán dijo que es necesario que "los acreedores entiendan eso". "A todas las partes les conviene que Argentina tenga capacidad de pago. Hacemos promesas que se puedan cumplir. Es una oferta de buena fe porque podemos cumplirla. De poco serviría ofrecer algo que no se pueda cumplir, sería patear el problema para adelante", aseguró.
Respecto a las medidas tomadas por el Gobierno para combatir al coronavirus, el ministro sostuvo que "la cuarentena se va a ir adaptando" y que por eso "durará lo que tenga que durar para proteger la salud de los argentinos".
"Las consecuencias de abrir la economía de golpe son inciertas. Eso nos pide prudencia y responsabilidad. Se va abriendo de a poco pero con pasos cortos. Uno da un paso largo y no sabe con qué puede llegar a chocar", concluyó.