El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, advirtió que "la dirigencia está lejos de los problemas concretos" y destacó los "esfuerzos del pueblo para llegar a fin de mes".
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, dijo que "la dirigencia está lejos de los problemas concretos"
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, advirtió que "la dirigencia está lejos de los problemas concretos" y destacó los "esfuerzos del pueblo para llegar a fin de mes".
Al brindar su mensaje semanal, en la previa al Día de la Independencia, el obispo de San Isidro hizo un llamado a la política a ver "la angustia y el cansancio" que existe en el país por la corrupción.
"Hay tantas cosas en nuestro país que nos cansan, en este momento con índices de pobreza tan grandes y con una desigualdad, una inequidad tan manifiesta entre los argentinos", expresó el prelado.
Y continuó: "Nos cansa la corrupción. Lo peor de la corrupción es la búsqueda del poder por el poder mismo, no el poder para servir, no el poder para prestar un servicio auténtico al bien común; sino el poder para sobrevivir, ni siquiera para transformar".
"Nos cansa una dirigencia que está lejos de los problemas concretos del pueblo, por eso el pueblo aparece a veces tan indiferente a una cantidad de luchas que no entiende, a una cantidad de violencias que no comprende", destacó el titular de la CEA.
Consolidar la democracia
El fin de semana pasado, la Comisión Episcopal de Pastoral Social en la reunión de la Semana Social que se realizó en Mar del Plata por los "40 años de Democracia y 10 años de Francisco", advirtió que "la democracia dejó de identificarse con la expresión de los intereses de la mayoría, del bien común" y "pasó a ser una herramienta condicionada por poderes minoritarios o corporativos".
"Nos planteamos que es necesario recuperar la pertenencia a la patria para construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera", señaló.
Asimismo, recordó que "en la recuperación de la democracia, al cabo de la noche más oscura, se soñaba con un ideal democrático con valores populares, que garantizarían la igualdad, el desarrollo económico, la integración republicana de la nación".
"Sin embargo, las pujas en lo económico y en lo político abrieron la puerta para una crisis de representación en las instituciones que fue de la mano con un proceso de desintegración y fragmentación del cuerpo social", precisó.
La Iglesia afirmó que se encuentran "ante una democracia que por un lado requiere de mayor vigor y empatía con lo propio, pero que no alcanza a cobijar a todos los sectores y regiones de la Argentina".
"Hablamos de una democracia que signifique la construcción de ciudadanía plena, de ejercicio de derechos, que asegure condiciones para el bienestar de nuestro pueblo, que supere la fragmentación, con sensibilidad social, con Tierra, Techo y Trabajo que garantice igualdad de oportunidades, con independencia económica", agregó el documento más adelante.
Además, añadió: "Insistentemente escuchamos que es necesario un nuevo pacto social o un nuevo contrato democrático, con la participación de toda la dirigencia política, económica y social, con un consenso que es posible y necesario, rescatando todo lo bueno que se hizo en la democracia, recalcando que es necesario ir a la cultura del encuentro, a partir de la escucha que nos habilita a debatir y superar las diferencias".
"El trabajo digno, se ha dicho, no solo tiene un valor económico sino que es valorado como el principal organizador de la vida social. Escuchamos la necesidad de mayor industrialización y políticas de agregación de valor a las materias primas para la generación de empleo y lograr los acuerdos necesarios para xombatir la inflación y sostener el crecimiento en una coyuntura que se presenta con optimismo en los tiempos económicos que vienen", precisó.