El proyecto de Máximo Kirchner para ampliar subsidios de gas por red reformulando el mapa de “zonas frías” del país, incorporando a la provincia de Buenos Aires fundamentalmente entre los beneficiarios, significará escalar de 849 mil a 4 millones la cantidad de usuarios que tendrán descuentos entre 30 y 50% de sus facturas.
La oficialista Liliana Schwindt había asegurado que no habría costo fiscal en la medida, ya que el se solventaría mediante un fondo fiduciario que recauda $ 23.700 millones y se requerirían otros $ 5200 millones para ampliar el universo de usuarios beneficiados. El Senado se apresta este jueves a convertir la iniciativa en ley.
Sin embargo el proyecto supone aumentar del 4,46 al 5,4% el recargo sobre el precio del gas natural en punto de ingreso al sistema de transporte por cada metro cúbico de 9300 kilocalorías. Ese recargo lo pagan todos los usuarios del país, que en realidad asumen el costo de transferencia que se concentra en el distrito gobernado por Axel Kicillof.
Según el Instituto Argentino de Energía General Mosconi, “los subsidios aumentarán casi $ 3.000 millones por el efecto en el costo de generación eléctrica (usinas que usan gas como combustible) lo cual implica un subsidio cruzado del sector eléctrico a los usuarios de gas. Pero también existirá un subsidio cruzado desde la industria que será afectada con un sobrecosto superior a los $ 2.000 millones en sus compras de gas”.
Dice el IAE que “los usuarios de las nuevas regiones recibirán un descuento del 30% sobre el cuadro tarifario pleno, con excepción de aquellos usuarios residenciales que satisfagan atributos sociales pasibles de recibir un descuento del 50% en su factura final”.
Pero recuerda además los 4 millones de hogares alcanzados por el nuevo mapa de beneficios -parece más federal de lo que es, porque la mayoría se los beneficiarios con de Buenos Aires- “pagarán solo el 25% del valor del gas natural” porque ya hay subsidios generalizados por los cuales se paga nada más que la mitad de lo que cuesta el gas.
Dice el IAE que “geográficamente” el beneficio “alcanza a más de la mitad de la Argentina, e incorpora, de forma injustificada, zonas templadas a un subsidio generalizado de enorme error de inclusión, que no discrimina hogares de ingresos medios y altos que no requieren subsidios”.
“Estas rebajas en la factura reducirán aún más el precio del gas que paga la demanda, aumentará los subsidios, distorsionará señales de escasez y anulará todo incentivo a la eficiencia en el consumo de un bien de alto costo de producción y de importación”, dice el IAE, que preside Jorge Lapeña. Advierte que “este proyecto no incorpora al beneficio a los hogares sin conexión a la red de gas, en general de menores ingresos, y que continuarán comprando la garrafa a precio de mercado.