La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios de Argentina (COPAL) ratificó “una vez más su voluntad de colaboración y diálogo para el acuerdo” de precios. Pero advirtió que “no están garantizadas las condiciones para conciliar las posibilidades de los sectores frente al pedido de estabilización de precios”.
En representación de 35 cámaras sectoriales y de más de 14.500 empresas de alimentos y bebidas (IAB), PyMEs y economías regionales del país, la entidad sostuvo en un comunicado que los acercamientos realizados hasta el momento “reflejan la falta de voluntad por parte de las autoridades para realizar un acuerdo con el sector”.
En las últimas horas, la portavoz presidencial Gabriela Cerutti, dijo que “se van a tomar las medidas necesarias” si no se alcanza un acuerdo entre las partes. La Casa Rosada procura un entendimiento para que durante 90 días no haya aumentos de precios.
La Copal, que preside quien a la vez es titular de la UIA, Daniel Funes Rioja, dijo que sus propuestas “no fueron tenidas en cuenta, así como tampoco fue considerado el pedido de generar un espacio de intercambio en lo inmediato, que permita clarificar las realidades y posibilidades de los distintos sectores y encontrar en conjunto un acuerdo sostenible”.
La controversia entre el gobierno y los empresarios se generó tras el anuncio del secretario de Comercio y funcionario cristinista, Roberto Feletti, quien anunció la aplicación de la Ley de Abastecimiento si las fábricas no acataban su disposición. Para analistas políticos y económicos, el gobierno apela a una receta que no ofrece mayores resultados y que siembra incertidumbres más allá del 14 de noviembre.
La COPAL destaca que los datos del INDEC “evidencian que no es la Industria de Alimentos y Bebidas (IAB) quien tracciona mayoritariamente en la inflación general. Muestra de ello es que el IPC de septiembre se incrementó un 3,5%, mientras que el IPC de alimentos y bebidas lo hizo por debajo de esta cifra, alcanzando un 2,9%. Lo mismo ocurre en el acumulado 2021, donde el IPC general alcanza un 37% mientras que el de alimentos y bebidas aumentó 36,6%”.
“El argumento de que la inflación se aceleró por los aumentos de la categoría de productos de alimentos y bebidas pierde sentido ya que existen otras divisiones cuyos precios crecen por encima del Índice IAB y del Índice General”, afirmó Funes de Rioj.
“Frente a la amenaza de la aplicación de la Ley de Abastecimiento y las manifestaciones sobre codicia, hay que reconocer que la industria no es la causa de la inflación sino que sufre sus consecuencias”, subrayó.