Los productores misioneros realizaron una protesta con cese de comercialización y pidieron que el precio de la hoja verde pase de $230 a $500.
Los productores argentinos piden que el precio de la hoja pase de $230 a $500. El incremento en góndola sería superior al 100%.
Los productores misioneros realizaron una protesta con cese de comercialización y pidieron que el precio de la hoja verde pase de $230 a $500.
Con un incremento de esta magnitud, el precio de la yerba mate en góndola sufriría un incremento superior al 100%.
En octubre del 2023, el Gobierno de Alberto Fernández estableció el precio de la yerba mate en $169 con aumentos escalonados hasta llegar a $250 en marzo de 2024.
Desde la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones (FARM) advirtieron que el proceso inflacionario de los últimos meses incrementó los costos productivos, donde la mano de obra, los fertilizantes y herbicidas, el combustible, los neumáticos y repuestos de maquinaria tallan fuerte en las estructuras económicas de cada explotación agrícola.
Al afrontar estos incrementos, los productores se ven obligados a trabajar por debajo del costo de producción y ante la necesidad de revisar los precios de venta.
Claudio Hacklander, director del INYM por parte de la producción, aseguró a Ámbito que comenzaron el año realizando reuniones en varias zonas yerbateras para debatir acerca de cómo lograr que se les pague un precio justo por la yerba mate.
Es que con los altos niveles de inflación cualquier precio pactado con anterioridad queda retrasado y el negocio productivo carece de rentabilidad.
Hasta hace pocos días un productor cobraba $ 210 por kilo de hoja verde, es decir que el eslabón primario recibía un 10 % del precio que un consumidor paga por la yerba mate en góndola.
Según conversaciones previas, a partir de ahora debería concretarse un incremento del 10 % que se repetiría mes a mes hasta mayo. Es decir que el precio de la materia prima debería pagarse $ 230, sin embargo queda claro que ese incremento queda extremadamente corto sólo con tener en cuenta que en diciembre la inflación general fue del 30% y que en enero se presume que sería cercana al 20%.
Con estos números, es imposible creer que quien produce pueda mantenerse en el sistema con una suba de apenas 10% en el precio que recibe por lo que hace.
Para saber cuál es el precio real que necesitan los yerbateros para tener rentabilidad, se reunieron todas las asociaciones de productores y los autoconvocados, trabajaron en sus grillas de costos y resolvieron que para las entregas de febrero y marzo deberían cobrar $505 por kilo y revisar nuevamente transcurridos esos meses en función de los incrementos inflacionarios que informe el INDEC.
Hoy en día un paquete de yerba de un kilo oscila entre los $2800 y $3200, dependiendo de la marca, el lugar de venta y la variedad que se busque, con lo cual -si seguimos una lógica aritmética- un incremento de más del 100 % llevaría el producto por encima de los $6.000/Kg.
Al ser consultado sobre este tema, Hacklander señaló que el incremento de aproximadamente $ 200 en el producto bruto no debería tener un gran impacto en la góndola, sin embargo en la práctica las subas de precio no funcionan de esa manera sino que obedecen a la ley de oferta y demanda y a la realidad argentina, donde fundamentalmente los productos de la canasta alimentaria suelen sufrir incrementos más altos que la propia inflación mensual.
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