"No sé a qué se llama intervención. No sé qué es eso. Todos los países hacen la previsión de lo que necesitan para el mercado interno", enfatizó el funcionario.
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, defendió la intervención estatal en las exportaciones de productos agropecuarios y la consideró una "obligación moral" porque les permite a los argentinos el acceso a bienes que se producen en el país.
"No sé a qué se llama intervención. No sé qué es eso. Todos los países hacen la previsión de lo que necesitan para el mercado interno", enfatizó el funcionario.
En declaraciones a Radio Génesis, Domínguez sostuvo que "el punto de equilibrio (en exportaciones) es para garantizar el insumo de los argentinos".
El ministro consideró que "un país proteja los recursos que produce para sus nacionales es una obligación moral; ni tan siquiera política". .
Consultado sobre el "cepo" a las exportaciones de carnes, indicó que se utiliza un "concepto económico" sobre "el sistema productivo".
"Parece un contrasentido que en el año que hubo un récord de exportaciones se hable de cepo", insistió el funcionario.
Domínguez ofreció declaraciones luego de la reunión del Consejo Federal Agropecuario, convocatoria que rechazó la Mesa de Enlace por considerar que el temario propuesto no era prioritario en el actual momento de los productores.
En esa reunión, el ministro informó que en 2021 las exportaciones de carnes alcanzaron un nuevo récord de 805 mil toneladas despachadas, superando las previsiones.
"Si tuvieras un cepo y tendríamos la mayor exportación de carne estaríamos en presencia de unos genios que no nos creemos que somos", remató.
Durante la reunión también se evaluó el mayor peso de faena que según los cálculos representó un incremento de 52 mil toneladas.
Asimismo, remarcó el pedido de las provincias para adaptar sus estándares locales a los planteados por el Gobierno nacional en lo que respecta al programa de troceo.
Domínguez señaló además que "se habló de la estrategia de intervención por la emergencia climática con asistencia productores para que no pierdan capital de trabajo" pero no hubo anuncios concretos.
La Mesa de Enlace consideró prioritario dar respuestas a los afectados por la sequía y las inundaciones y no se presentó a la reunión al no estar incluido en el temario que dio origen a la convocatoria.
De todas maneras, Domínguez aseguró que "mantiene buen diálogo individual" con las entidades y con sus principales referentes.
Otra empresa que se va del país
La marca de calzados Dr. Martens, que se especializa en la venta de borcegos, anunció que dejará la Argentina por problemas para importar sus productos al país, debido a las restricciones que la llevaba a tener una recurrente falta de stock. Es por eso que remata botas, borcegos y calzados al 50 por ciento, según anunciaron a través de sus redes sociales. Se trata de una de las primeras marcas en irse del país en este 2022. Dr. Martens poseía locales en Unicenter, Alto Palermo, Alcorta y uno particular en el barrio porteño de Palermo, al tiempo que también tenía su tienda online. Sin embargo, todos ellos ya se encuentran cerrados o en proceso final. Además, es una de las marcas de borcegos más buscadas a nivel mundial. Comenzó como un diseño con fines medicinales y, con el paso de los años, se volvió uno de los calzados más prestigiosos en el mundo, lo que llevó a la empresa a abrir tiendas en varios países. Esta marca se une a la lista de firmas internacionales que decidieron abandonar el país. En 2020, algunas de las empresas que decidieron ponerle fin al comercio en Argentina fueron la firma chilena Falabella, la cadena de supermercados estadounidense Walmart (vendida al grupo De Narváez) y la tienda de maquillaje Urban Decay. El sector aerocomercial también fue otro de los afectados, influenciados por la pandemia de Covid-19, ya que empresas como Latam, Air New Zeland, Emirates Qatar y Norwegian interrumpieron sus vuelos locales.
Exportadores preocupados por camiones varados en la frontera con Chile
La Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) expresó su "seria preocupación" por los miles de camiones que están varados en la frontera con Chile, a raíz de la decisión de ese país de endurecer los controles sanitarios para el ingreso. "Vemos con seria preocupación la situación que se está viviendo en los pasos fronterizos hacia la República de Chile en la provincia de Mendoza, con un alto grado de incertidumbre y sobrecostos y que requiere de la urgente implementación de un esquema de control mejor preparado, basado en la cooperación binacional", señaló la entidad empresaria. Actualmente hay unos tres mil camiones varados en esa zona cordillerana como consecuencia de la decisión del Gobierno chileno de exigir el testeo de todos los choferes, además de la presentación de un PCR negativo, obligatorio para el tránsito. "Sin desconocer la actual situación sanitaria global y la soberanía de cada país para establecer su política al respecto, la instrumentación de ese tipo de medidas debe ser acorde con el contexto, privilegiar la cooperación y no debe, por tanto, menoscabar los compromisos asumidos por los actores económicos de los países vecinos, los cuales son fundamentales para el desarrollo regional", enfatizó CERA, en un comunicado. Además, advirtió que los exportadores argentinos "están afrontando mayores costos y eventuales pérdidas de reputación ante incumplimientos contractuales, producto de la modalidad de implementación de estas medidas". "Entendemos entonces, que -además de la preocupación ya manifestada por nuestra Cancillería- estamos ante una oportunidad de cooperación para la implementación de un sistema fronterizo que satisfaga las necesidades sanitarias, económicas y comerciales de ambos países", resaltó la entidad. Los camiones están varados en el paso fronterizo Cristo Redentor hacia Chile, y los empresarios argentinos estiman que de 1.000 unidades diarias que circulaban por día en ese lugar, se redujo a apenas 150. Largas filas de camiones se encontraban a la vera de la ruta en la montaña, a la espera de poder seguir con destino a los puertos chilenos de El Callao o Valparaíso, desde donde sale mercadería rumbo a los países asiáticos.