Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), "el peso relativo del gasto primario en 2023 terminará siendo inferior al del año 2022" por lo que "el peso relativo del gasto terminará en un nivel más cercano todavía al del año 2018", en la gestión de Nicolás Dujovne, que por aquél entonces reconoció que "nunca se hizo un ajuste de esta magnitud" en el país.
Raúl Rigo, el Secretario de Hacienda de la gestión de Sergio Massa, acaba de informar en Diputados que viene bajando el déficit desde -3% del PBI en 2021 a -2,5% en el pasado año, con un proyectado de -1,9 este año. La nominalidad crece, la proporcionalidad retrocede.
Massa usó no menos del 1,5% del PBI para anuncios de medidas antes de las elecciones, financiado impresión de billetes (inflación aún por venir). Pero de los beneficios repartidos, algo más del 40% del costo fueron cesiones de recursos provinciales por el efecto de la coparticipación en temas como rebajas de Ganancias a los ingresos o retribución del IVA a consumos elementales.
Mientras el IPC hace el ajuste, el propio ministro le pidió al Congreso que revise gastos tributarios (exenciones impositivas, tratamientos preferenciales, subsidios) por al menos 2,4% del PBI; para mostrar ortodoxia al FMI, el titular de Economía ha declarado que quiere un Presupuesto 2024 con superávit del 1%, cuando el fondo le pide un déficit primario (sin contar pagos de deuda) no mayor al 0,9%.
El análisis del Iaraf, que dirige Nadin Argañaraz, recordó que si bien los gastos bajaron en términos de PBI, "el peso relativo de los ingresos también terminará siendo inferior al del año 2022, en buena medida como consecuencia de la sequía.
"Lo relevante para la discusión del marco fiscal 2024 es que el peso relativo habitual de los ingresos fiscales para el sector público nacional no financiero es de 18% del PIB. Este nivel se mantuvo prácticamente igual entre los años 2018 (desde aquél ajuste de Dujovne) y 2022. Esta cuestión es central y significa que si el próximo presidente quiere tener equilibrio primario, sin hacer reformas tributarias, el peso relativo del gasto no podrá ser mayor al 18% del PBI".
La reflexión permite inferir que el próximo presidente no podrá formular "plan platita", al menos no sin incrementar recursos. Es lo que comenzó a analizar ayer Diputados a pedido de Massa.
Rigo dejó en claro ante los diputados de la comisión de Presupuesto, que "el gasto primario de la Administración Pública Nacional tiene fuerte incidencia de gastos prioritarios en función de las políticas y de la situación económica y social.
"El peso de la finalidad 'servicios sociales' en el gasto primario es 80% del gasto primario 2024", dijo el funcionario en referencia a haberes jubilatorios o programas, ajustados en los bolsillos de hecho, además de los "créditos" de gasto en salud y educación. Con los servicios económicos (los subsidios con los que Massa hizo campaña) se alcanza al 85% del gasto, según el funcionario nacional.
¿Heredará el futuro presidente lo que deja el actual ministro? Para el Iaraf, "Las iniciativas respecto al impuesto a las ganancias de las personas humanas y de reintegro del IVA" recortarán ingresos por 18%" adicionales, aunque se puede especular con un repunte de los aportes por retenciones si las lluvias de las últimas horas recuperan la cosecha gruesa. ¿El trigo..? la campaña ya bajó de 20 millones de toneladas a 14,5 millones estimadas, y el maíz temprano no se sembró.
"Si se define un peso relativo del gasto mayor, habrá que financiarlo con un salto de nivel de los recursos. Este salto de nivel debe venir de cambios en la política tributaria o en la administración tributaria. La discusión que se pretende llevar adelante sobre el gasto tributario va en la línea de un salto de nivel del peso relativo de los ingresos tributarios en Argentina", explicó Argañaraz.
Respecto de la eliminación eventual de la exención de Bienes Personales sobre inmuebles rurales, Claudia Balestrini -subsecretaria de Ingresos Públicos del Ministerio de Economía- le aclaró a los legisladores que la idea es tratar sólo 450 casos particulares y en el exterior, pero la "separata" remitida por Economía a los Diputados señala a todo el universo de esos bienes, incluidos los inmuebles en el país, que forman parte de un sector productivo ya gravado en niveles del 70% según recordó la legisladora santafesina.
¿De dónde va a salir la plata?
"El Poder Ejecutivo Nacional ha identificado gastos tributarios y beneficios impositivos con impacto presupuestario negativo (2,24% del PIB) pasibles de ser reducidos a fin de propender al logro de cuentas fiscales sostenibles que permitan el financiamiento de políticas públicas prioritarias y mantener resultados primarios positivos", sostiene el texto remitido por Massa a Diputados.
Pero no es sólo la revisión de leyes vigentes, cuyo detalle Martín Tetaz (UCR) le reclamó a Carlos Heller, presidente de la comisión de Presupuesto. No hubo respuesta oficial, pero sí la promesa de un informe de sectores económicos beneficiados.
Dueños de inmuebles rurales en el exterior o plataformas de servicios digitales, subsidios a los ricos (por ejemplo en electricidad), impuestos internos sobre bebidas con alcohol, Ganancias a los jueces (acaba de ser declarada inconstitucional una norma al respecto) son algunas de las ideas esbozadas por el oficialismo. Pero no terminan de ser detalladas.
El oficialismo viene por más presión fiscal, más allá de la supresión que propone sobre beneficios fiscales. De hecho el diputado oficialista Marcelo Casaretto presentó un proyecto de ley para que las grandes empresas paguen un mínimo del 15% del impuesto a las Ganancias, lo que fundamentó como un "acto de estricta justicia" y en sintonía con lineamientos de la OCDE.
Germana Figueroa Casas, le preguntó al oficialismo si "¿nos están pidiendo a nosotros que hagamos proyectos?" para alcanzar la meta planteada por Massa. La santafesina del PRO reclamó saber el costo en merma de recursos por los anuncios que Massa formuló después de mandar el proyecto.
"Veo a la oposición ordenada en este tema, en otros -por estas horas- les costará más", chicaneó Germán Martínes. El santafesino defendió "esta concepción detrás de lo que dice nuestro ministro de Economía, que es el sendero progresivo para un resultado fiscal equilibrado. Eso es importante en estos tiempos. Igual que el superávit comercial. A veces se piensa el superávit fiscal como un recorte de gastos, y acá nos proponen ver cómo contribuimos por cómo elevamos el nivel de ingresos. Y valoramos la decisión política de visibilizar este tema".
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