¿Romperá la administración Milei el mito de la soja peronista? Mauricio Macri -como antes Fernando de la Rúa- padecieron la sequía o la baja de precios; las gestiones kirchneristas coincidieron con mejores campañas. La delegación argentina vuelve de Estados Unidos sin anuncios concretos, pero alentada por una "brisa de cola" en la transición económica hacia el año electoral.
La Reserva Federal bajó la semana pasada 50 puntos básicos la tasa de interés de referencia en Estados Unidos, mientras que el Banco Central de Brasil subió la suya 25 puntos y en el vecino país hay sequía. Los granos recuperan precios por la renovada demanda china; eso serían más dólares de exportación para la Argentina... si llueve lo suficiente para una "campaña normal" .
Deciden las fuerzas del cielo, no precisamente por voluntad de la Casa Rosada. Es que la falta de lluvias en el vecino país es la misma condición que afecta al campo argentino, antes de la decisiva siembra de soja y maíz.
Según la última proyección de la Bolsa de Comercio de Rosario, en condiciones promedio las exportaciones de granos, aceites y subproductos "podrían alcanzar el tercer volumen más alto de la historia": 101,5 millones de toneladas, un 15% más que en la campaña anterior, el nivel más alto en los últimos cuatro años.
"A los precios actuales, estas estimaciones sugieren un ingreso de dólares por exportaciones del agro de 35.500 millones, superando los niveles de los últimos dos años. Sin embargo, este ingreso sería entre 4.000 y 6.000 millones de dólares menor al registrado durante el auge de los precios agrícolas provocado por el conflicto entre Rusia y Ucrania".
Pero si las lluvias no llenan las expectativas de los productores que miran la escasa reserva de humedad en los suelos, en la Rosada deben proyectar ventas al exterior por 32.600 millones de dólares, lo que representaría un incremento del 6% respecto a la campaña pasada, pero un 1% por debajo del promedio de los últimos tres años.
Este martes 24 de septiembre las reservas del BCRA cerraron en 28.239 millones. Algo menos de US$ 11 mil millones son "encajes" (parte retenida de depósitos de ahorristas), un rubro que puede crecer con el blanqueo, y que permanecerá sólo relativamente en el sistema, según las decisiones de inversión de los dueños de esos fondos.
La entidad que preside Santiago Bausili contabiliza reservas netas negativas de 2,8 mil millones según las estimaciones más optimistas. La cifra no cubre el acuerdo con el FMI, pero sobre todo no ofrece solvencia para pagar US$2.800 millones de vencimientos en enero.
La perspectiva de la campaña agrícola es un puntal en la perspectiva de la política oficial, pero no alcanza. Tampoco será suficiente lo que aporte el RIGI en el primer año de vigencia. El gobierno ha señalado que tiene los recursos para afrontar vencimientos de deuda; al mismo tiempo -por el cuestionado DNU 846- relajó las condiciones para "rollear" (renovar) deuda.
La oposición imagina algo más allá; teme un nuevo "megacanje". No fue casual el cruce con Cristina Kirchner; la ex presidenta posteó en redes: "Caputo quiere volver a incendiar el país en la hoguera de la deuda?" El intercambio ruidoso con el ministro no despejó la pregunta.
Con el riesgo país en 1300 puntos y sin posibilidad de acceder al mercado voluntario de créditos, Luis Caputo se reunió con inversores en un encuentro organizado por JP Morgan en Nueva York. Las reservas -que dependen menos del blanqueo que de los granos y las importaciones- fueron materia de consulta en Wall Street.
La balanza energética mejora pero aún no alcanza un volumen como para despejar el camino. Y el cepo -la otra pregunta planteada a Caputo en Estados Unidos- se va a "liberar cuando la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea cero", según explicó Milei.
El propio presidente aclaró cómo hacer esa cuenta: "Básicamente -dijo en la Bolsa neoyorkina- ustedes tienen una inflación observada en el consumidor que es 4%, y una inflación inducida por el programa dado los controles de capitales, dado el crawling peg (devaluación mensual del 2%) y la inflación internacional del 2,5%; por lo tanto esa inflación hoy está en el 1,5%. Cuando ese 1,5% haya desaparecido, se va a dar en una situación donde además las Lefis (letras emitidas por el Tesoro) hayan desaparecido y la base monetaria en el formato tradicional coincida con la base monetaria amplia. En ese momento habrá desaparecido el money overhand (sobrante de pesos) y podremos abrir sin ningún tipo de problemas el cepo".
No hubo reunión con Kristalina Georgieva en Nueva York; el ministro Caputo reconoció en Rosario, antes de viajar, que la novena y décima revisiones del acuerdo vigente con el FMI, se realizarían de manera conjunta hacia noviembre. Anticipó que a partir de allí se decidiría la continuidad del acuerdo vigente o la posibilidad de empezar a negociar un nuevo entendimiento que incluya el desembolso de fondos frescos.
"El balance del Banco Central se ha ido recomponiendo fuertemente. La Argentina no necesita tomar deuda hoy; el único objetivo -si quisiéramos pedirle plata al FMI- sería para acelerar la recomposición del balance del BCRA", sostuvo en esa oportunidad.