Nuevo glosario en medio del tarifazo: ¿qué es la transición energética?
Mientras los usuarios toman nota del impacto en sus boletas del retiro de los subsidios, en todo el sector también se observan tendencias de mediano y largo plazo, como la progresiva sustitución de los combustibles fósiles por otras tecnologías más limpias en generación de electricidad.
Esta semana la noticia fue la actualización del millón de BTU de gas, un combustible decisivo en la matriz energética del país.
La discusión para el incremento de las tarifas de gas natural por redes y de la energía eléctrica, que pobló los diarios durante los tres últimos meses, a partir audiencias públicas y ocasionales declaraciones de funcionarios del gobierno nacional o directores de entes reguladores, muestra que -en paralelo a los números del negocio- se incorporan nuevos términos, conceptos y seguramente cambios, que renuevan el glosario del sector.
Términos como "transición energética" o "generación distribuida" de los que el mundo habla desde hace décadas hoy aparecen con más frecuencia en las expresiones de los técnicos del sector, al mismo tiempo en que se dan explicaciones sobra las "actualizaciones tarifarias" o, si se prefiere de los "tarifazos". Básicamente, se llamen como se llamen, responden a dos causas: 1) Por la decisión de la Casa Rosada de quitarle los subsidios del Estado Nacional a los sectores medios (habrá ayudas solo a hogares vulnerables) y el Tesoro se ahorrará unos 6.000 millones de dólares, ; 2) Lo mismo, al comenzar a equiparar los valores de los mercados mayoristas del gas, el petróleo y los megavatios al mercado internacional o, si se prefiere, "a los costos reales de la producción, extracción o generación" de los insumos energéticos.
Y a esos dos factores que dependen de las decisiones de la presidencia de la Nación (recientemente el ministro de Economía prefirió diferir la suba del gas para contener el índice inflacionario) se suman los mayores costos (y márgenes de ganancias) que las empresas que llevan la electricidad y el gas natural trasladan a las tarifas finales, bajo el concepto del VAD.
El Valor Agregado de Distribución se habla desde mediados del siglo pasado, cualquiera que haya querido entender algo sobre servicios públicos tropezó con esos conceptos aún antes de las privatizaciones de mediados de los '90. Acaso el desmembramiento de la vieja empresa de Agua y Energía Eléctrica de la Nación (de la década del '40) durante los años '70 y la aparición de las direcciones provinciales de energía, luego bajo el formato de empresas (como la Epe) iniciaron esos conceptos.
Cuando en la provincia de Santa Fe se habla del VAD, se entiende que es la porción de las boletas de la Epe que la sustentan. Históricamente, aproximadamente un tercio del total. En el caso del gas natural por redes no hay tal valor (se usa una fórmula polinómica) pero es aproximadamente entre un 14 y un 16% de lo que pagan los usuarios lo que reciben las concesiones de distribución de gas privadas o cooperativas.
Tránsito
Recientemente, en una jornada sobre el tema de la transición energética se dieron pistas claras de qué significan estos nuevos términos y qué implican para las empresas prestatarias de los servicios públicos.
En pocas palabras, se habla de transición energética a partir del muy lento pero sostenido crecimiento de la generación de electricidad mediante tecnologías más limpias y el uso de recursos renovables y la producción de biocombustibles que, poco a poco, "descarbonizarían" la matriz energética hasta una (por ahora imaginaria) sustitución completa de los derivados del petróleo, el gas y el carbón. En el caso argentino, la aparición del yacimiento de Vaca Muerta y las políticas pública a favor de las energías renovables (pese a la nueva ley de biocombustibles que perjudica al sector) crean un nuevo panorama en el que parece posible incluso el autoabastecimiento del país.
Didáctico
El gerente de Adeera, Claudio Bulacio, fue particularmente didáctico para exponer los nuevos conceptos, en un panel sobre el desarrollo de las energías renovables a partir del Sol. Se habló de las instalaciones fotovoltaicas en usuarios residenciales (hogares), comercios e industrias, del autoconsumo o la inyección del sobrante en las redes que distribuyen electricidad en las ciudades o las áreas rurales más alejadas, en los extremos de esa infraestructura. Y también de cómo la "generación distribuida" afecará a las empresas que distribuyen electricidad.
Bulacio, en nombre de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina, dijo que esas compañías públicas y privadas bajo concesiones tendrán "desafíos enormes" .
Que deberán adaptarse a los cambios producto de la "generación distribuida", es decir, que entre los ususarios haya cada vez más pequeños generadores (paneles solares o usinas que aprovechen otros circuitos productivos) para cubrir sus propios requerimientos, pero también para "vender kilovatios al sistema". En Santa Fe, la primera provincia en aceptar esos cambios, el programa de Prosumidores comenzó con expericiencias de este tipo hace ya una décda.
"Vemos que la red se tendrá que adaptar a la demanda, a los usuarios que también son pequeños generadores. Y que al mismo tiempo deberemos mantener la infraestructura y mejorar el servicio", resumió.
En una oración, resumió qué se cree que sucederá en cuestión de años: "De ser distribuidores de energía eléctrica vamos a convertirnos en administradores de la energía eléctrica". Explicó que todo el desarrollo histórico de la energía eléctrica tuvo siempre un solo sentido, una dirección: "se generaba en determinados puntos del país la energía (los megavatios), y se transportaba en (alta tensión) y luego distribuía en un solo sentido", hasta su consumo en kilovatios.
Ahora comienza un nuevo esquema: "cambia ese sentido unidireccional por la generación distribuida y eso nos provoca adaptaciones de operación en las redes", que son importantes y costosas.
"La movilidad eléctrica (los vehículos con baterías) hace además que la demanda cambie de lugar, y hace también tenegamos que considerarlo en distribución. Estamos pasando de un negocio en el que las decisiones se tomaban solo centralizadamente a otro modelo en el que los usuarios toman más decisiones: nos dirán cuánta, cómo y cuándo van a consumir energía. Y generarla. Cambiarán con mayor velocidad los requerimientos con la movilidad eléctrica", de una flota creciente de autos, bicicletas o monopatines con motores eléctricos y baterías.
Letras "d"
Señaló que se vienen "las famosas tres letras 'd' " y enumeró: "digitalización, descarbonización y descentralización". Lo primero para gestión de las distribuidoras en especial de sus redes, lo segundo como un objetivo de dejar atrás los combustibles fósiles que contaminan y lo último como un mecanismo de adaptación a la generación distribuida, con incluso decisiones del usuario para elegir cuándo sea más conveniente consumir, como ya sucede en Europa".
"Yo agregaría otra 'd', la democratización, que la energía llegue de manera asequible a todos los habitantes de la Argentina", señaló respecto del horizonte deseable.
Bulacio advirtió que esa etapa de cambios sucede justo cuando "estamos en una situación en la que las tarifas se están reacomodando, bajo una condición socioeconómica compleja", advirtió.
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