El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó que “no habrá un número mayor” a la nueva oferta que se presentará ante los acreedores en los próximos días y adelantó que con el FMI el objetivo es obtener un período de gracia de tres años sin realizar pagos de capital.
Este viernes finaliza la última prórroga en las negociaciones con los acreedores y por eso el equipo de Guzmán se encuentra definiendo detalles de esta nueva propuesta, con la que intentará acercar posiciones.
“Estamos buscando llegar a una solución que respete las restricciones que Argentina enfrenta, que hemos definido con el FMI y que satisfaga las preferencias de los acreedores”, indicó el ministro en una entrevista con el diario brasileño Valor.
Precisó que la Argentina está proponiendo una reducción “muy modesta” de capital y modificar las tasas de interés que en dólares rondan el 7%. Aclaró que ‘el acuerdo al que lleguemos debe ser sostenible, esa es una premisa innegociable‘, y remarcó que tras la enmienda que se introducirá en estos días a la oferta “no habrá un número más alto”.
En cuanto a las negociaciones con el FMI, Guzmán consideró innecesario “negociar un nuevo programa” y destacó que la relación con la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, “viene siendo constructiva”.
“Se dio una revisión de las premisas en las que estaba basado el acuerdo anterior. Argentina tiene una carga importante de vencimiento de capital entre 2021 y 2023”, indicó. En este sentido, explicó que el propósito es “no tener que realizar pagos de capital al FMI en los próximos tres años, simplemente porque la Argentina no tiene la capacidad” para hacerlo.
Respecto de los controles cambiarios, el jefe del Palacio de Hacienda señaló que “son muy estrictos y fueron adoptados por el Gobierno anterior en un momento de alta ansiedad económica”. “En lo inmediato, en este contexto de fragilidad económica no se pueden remover pero es necesario ir normalizando gradualmente a medida que el país construya resiliencia y converger a un mercado de capital razonable”, subrayó el funcionario.
Añadió que el objetivo es tender hacia “un esquema racional, no la liberalización total, pero no controles cambiarios tan férreos”. Guzmán consideró necesario normalizar los controles para lograr una “integración regional y global sana”, aunque reconoció que “no es una cosa que se pueda hacer de un momento para otro sino que hay que construir robustez económica”.