"El año pasado no hubo sequía, los precios internacionales para la agroindustria fueron récord y el superávit comercial alcanzó a 12 mil millones de dólares, pero el Banco Central sólo pudo acumular reservas por sólo 5 mil millones de dólares".
Con superávit comercial y tomando deuda, el gobierno cerró 2022 sumando apenas US$5 mil millones de reservas. Desde diciembre, el BCRA perdió US$16,7 mil millones.
"El año pasado no hubo sequía, los precios internacionales para la agroindustria fueron récord y el superávit comercial alcanzó a 12 mil millones de dólares, pero el Banco Central sólo pudo acumular reservas por sólo 5 mil millones de dólares".
Así comienza el editorial de Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez para la Fundación Mediterránea. Los analistas señalan además que esa acumulación no fue sino por el "fuerte aumento del endeudamiento del gobierno con los organismos internacionales". Para los autores, las medidas que por estas horas deja trascender Economía, no modificarían más que la estacionalidad a corto plazo.
Los economistas señalaron en ese sentido los "préstamos netos por 8,2 mil millones con FMI, BID, Banco Mundial, CAF" durante el pasado año, más un esfuerzo de US$ 8 mil millones de dólares que pusieron los importadores con sus proveedores y/o casas matrices, a falta de divisas del BCRA para cumplir pagos al exterior.
"Se ensayan argumentos, se aplican medidas puntuales, se intensifican las restricciones al comercio, se desvían importaciones de otros países proveedores a favor de China", que se pagan con el Swap a falta de dólares, explican.
Dos días después del informe oficial que advierte que este año la balanza comercial marcó un déficit de US$4.387 millones en el primer semestre del año -y con reservas internacionales netas negativas en unos US$7 mil millones según cálculos extraoficiales- los autores exponen que "la dinámica del sector externo no se habrá de alterar" con aquellas medidas repetidas en el marco del cepo y la restricción de importaciones.
Recuerdan los autores que en abril del pasado año advirtieron que "El exceso de gasto complica el objetivo de acumular reservas, pese a la mejora de términos de intercambio" de aquél momento.
"En el plano contable, la cuenta corriente positiva surge de exportaciones de bienes y servicios que superen a las importaciones. Pero, en términos económicos, ese superávit depende de que los ahorros totales domésticos se ubiquen por encima de la tasa de inversión", señalaron, más allá de la cuenta negativa del Ica del primer semestre de este año.
Drenaje
El informe del Ieral destaca que las reservas brutas del BCRA pasaron de 44,6 a 27,9 mil millones de dólares. El drenaje se explica tanto por el saldo negativo de las operaciones del BCRA en el mercado oficial de cambios, como por pagos que excedieron largamente los desembolsos obtenidos de organismos internacionales, pero también por la constante intervención del gobierno en la punta vendedora del 'dólar libre', que habría insumido 1,1 mil millones en seis meses" sin obtener resultados. El blue cerró el martes en Buenos Aires a $529; en enero estaba a $346.
"Aunque por 'contabilidad creativa' se comunique un déficit fiscal dentro de las metas, si hay exceso de gasto público, menor ahorro y atraso cambiario, las consecuencias macroeconómicas no podrán evitarse", apuntaron Vasconcelos y Gutiérrez.
"La pérdida de competitividad va mucho más allá del problema de la merma de exportaciones agroindustriales por la menor cosecha. En junio, las exportaciones de Manufacturas de Origen Industrial sufrieron una caída de 32,1 % interanual por lo que para el primer semestre esta variable registra un descenso de 10,8 % en relación a igual período de 2022.
"Por su parte -añadieron- las importaciones por fuera de energía e insumos de la industria aceitera se acercaron a los 5,3 mil millones de dólares, en un nivel que sólo temporalmente puede sostenerse por los mecanismos previstos en el swap acordado con China".