La máxima referente del Fondo advirtió que "a pesar de las importantes medidas ante la crisis de Covid-19, alrededor del 60 por ciento de los países de bajo ingreso están en alto riesgo o ya tienen problemas de deuda. En 2015 ese número estaba por debajo del 30 por ciento".
En un artículo publicado en un blog del organismo, alertó que podrían producirse "colapsos económicos en varios países si los prestadores del G-20 no acuerdan acelerar restructuraciones de deuda y suspensiones de pago de la deuda mientras las reestructuraciones son negociadas".
Según analistas, las palabras de Georgieva se enfocan en la deuda de los países considerados por el Fondo como más vulnerables, entre los que no se encuentra la Argentina, considerada de ingreso medio. .
La Argentina busca que las naciones desarrolladas le cedan Derechos Especiales de Giro recientemente asignados por el Fondo, sumándose así al reclamo de los países más vulnerables.
Con ese objetivo, el sábado prevé arribar a Washington una misión de Economía y el Banco Central para avanzar las tratativas.
Georgieva advirtió también la llamada Iniciativa de Suspensión de Servicios de Deuda (DSSI) del G-20, que está enfocada en los países más vulnerables, expira a fin de año y, sin una renovación, varias naciones podrían enfrentar presiones financieras y recortes en el gasto.
"Se necesita una acción multilateral decidida ahora para abordar la desigualdad de las vacunas a nivel mundial y también para apoyar la resolución oportuna y ordenada de la deuda, señaló también la titular del Fondo Monetario.
Dijo también que el FMI está dispuesto a trabajar con el Banco Mundial y todos sus asociados para "ayudar a garantizar que el marco sea útil".
Moody's alerta por un default
La calificadora Moody's advirtió que la Argentina corre riesgo de caer nuevamente en default en 2024, si para ese año todavía no tiene acceso a los mercados internacionales de financiamiento.
"Los precios de los bonos están bajos y los spread están altísimos. El mercado da por descontado que la Argentina tendrá que reestructurar su deuda nuevamente y nosotros estamos de acuerdo: mantenemos la calificación del país en un nivel que es consistente con el default", sostuvo el jefe de analistas de riesgo soberano para la Argentina de esa empresa, Gabriel Torres.
A su criterio, el país no podrá pagar sus vencimientos de deuda en dólares a partir de 2024 porque "no tiene acceso a los mercados. Si eso no cambia llegado el momento, irá a un default".
Además, afirmó que: "Si la Argentina entra en un default con el FMI, llegarán otros problemas: los organismos multilaterales no le prestarán más tampoco. Firmar un acuerdo permite diseñar un plan plurianual, que hasta ahora no se ha dado a conocer".
Torres consideró que "es posible" que si se logra un acuerdo con el FMI "haya una reacción positiva inicial" y dijo: "Simplemente, porque antes no había un acuerdo, pero la gran pregunta es si se cumple ese plan, si es consistente".
"Un plan con el Fondo va a requerir algún proceso de consolidación fiscal en medio de la elección presidencial de 2023, ¿lo hará el Gobierno? Si se cumple a través del tiempo, irá bajando al riesgo país. Es el paso tanto más importante: que se cumpla y se mantenga a través del tiempo", enfatizó el ejecutivo, en conferencia de prensa.
A su criterio: "Si se miran los datos fiscales de este año, son mejores a los de 2020 y están a la par de muchos otros países. Ha caído el uso del Banco Central para financiarse. En cualquier otro país, esto sería visto como algo positivo. Pero como el Gobierno no da señales de que eso sea parte de un plan integral, no hay confianza de que se continuará este mecanismo de consolidación fiscal de manera consistente".
"No hay una clara idea de hacia dónde irá el Gobierno el año que viene, por eso la importancia de un acuerdo con el FMI, en las cuales se deberá acordar unas metas y se seguirá qué se cumplió y que no", agregó.
A la vez, consideró necesario "bajar la inflación", tras lo cual indicó: "Lo que se intenta es pisar el tipo de cambio oficial sin acompañar con el resto de políticas fiscales y monetarias. Así se aguanta un tiempo hasta que llega un momento en el cual las reservas caen, hay una brusca devaluación y la inflación aumenta. Salir del ciclo no es fácil, va a requerir de que haya continuidad de ciertas políticas".
"Es un poco la historia argentina de cómo funcionan las crisis. Se limita la inflación solo con ancla del tipo de cambio y no se acompaña con la política fiscal o monetaria. Esto no se puede sostener y suceden las devaluaciones bruscas que llevan a un salto más grande de la inflación", evaluó.
En cuanto al tipo de cambio, indicó: "Tenemos diferentes dólares, el oficial está aproximadamente a $ 100, mientras que los dólares paralelos están en $ 200. Es una diferencia muy grande. Si se libera el mercado, es muy posible que el tipo de cambio oficial esté en $ 150, lo que llevaría a un salto inflacionario. Todos buscan salir gradualmente del problema, pero es difícil si no se acompañan con políticas en lo fiscal y en lo monetario".