“La inflación se mantiene en el andarivel del 6% mensual y acentúa la distorsión de precios relativos”, advirtió Maximiliano Gutiérrez para el informe de coyuntura del Ieral/Fundación Mediterránea.
Maximiliano Gutiérrez advirtió que desde diciembre de 2018 el IPC subió 459% mientras que el mix ponderado de salarios, tipo de cambio y tarifas (denominada inflación de costos) ha subido 364,5%.
“La inflación se mantiene en el andarivel del 6% mensual y acentúa la distorsión de precios relativos”, advirtió Maximiliano Gutiérrez para el informe de coyuntura del Ieral/Fundación Mediterránea.
Tras la publicación por el Indec del 6,3% de inflación en octubre -88% interanual, su valor más alto en los últimos 30 años- el analista señaló que “desde diciembre de 2018 hasta la actualidad, el índice de precios al consumidor acumula un alza de 459%, a un ritmo mensual equivalente de 3,8%, mientras que el mix ponderado de salarios, tipo de cambio y tarifas (denominada inflación de costos) ha subido 364,5% en igual período, a una tasa mensual del 3,4%. El proxy de inflación reprimida es de 20,4 %”.
Respecto de la distorsión de precios relativos, explicó que “mientras la inflación núcleo acumuló una suba de 273% desde fin de 2019, la variación del promedio simple de las tarifas de gas, electricidad y agua fue de 62% (datos de CABA). Los precios regulados han copiado menos de una cuarta parte de la variación de la inflación núcleo.
“El anuncio del esquema de ‘precios justos’, para tratar de llevar la inflación a un andarivel del 4 % mensual -advirtió- se enfrenta a una sostenida inercia inflacionaria, con precios subiendo a un ritmo del 6 % mensual, o más”.
Dijo al respecto que “el desafío es lograr consistencia del lado de la política fiscal y monetaria, pero la señales hasta ahora son débiles, y la capacidad del gobierno para manejar esas variables macro también luce limitada. De allí que resulte difícil esperar que la inflación a fin de año se aleje demasiado del guarismo del 100 %”.
Para Gutiérrez, “la aceleración inflacionaria del último período reconoce diversas vertientes del flanco monetario. No sólo la emisión de origen fiscal propiamente dicha, destinada a cubrir el déficit, sino también el pago de intereses de los pasivos remunerados del BCRA (lo cual constituye un factor autónomo de expansión monetaria), a lo que se ha agregado desde junio la asistencia indirecta al Ejecutivo: el rescate por parte del Central de bonos del Tesoro en el mercado secundario.
“Desde el 12 de octubre hasta el 16 de noviembre -reseñó- se estima que el BCRA ha efectuado compras de títulos por aproximadamente $245.400 millones, como reacción al debilitamiento de la demanda de bonos del Tesoro por parte del sector privado. El estrés que muestra la deuda en pesos y la emisión consiguiente explica el salto de los dólares alternativos de la última semana, siendo que, además, una ampliación de la brecha cambiaria es contraindicada para el objetivo de dejar de perder reservas por parte del Banco Central. Más si esto ocurre en un escenario de persistente caída de la demanda de dinero”.