En la entrada a la pandemia y por las restricciones impuestas desde la administración de Alberto Fernández, los economistas abrieron apuestas sobre una caída de la actividad económica que se mantendría en recesión (una “L”); la alternativa de recuperación tras una breve recesión (una “U”), una caída con recuperaciones parciales (“W”) o una recuperación rápida tras un punto de inflexión (una “V”). Ahora -como entonces- nadie duda que hay retroceso en la actividad económica; la gran pregunta es qué pasará después del ajuste, si es que la sociedad lo tolera y la administración central tiene éxito.
Letra cara a la liturgia peronista, parece ser el esquema en el pronóstico del FMI. La economía argentina caerá un 2,8% y el nivel de inflación seguirá en aumento durante el corto plazo este año en la Argentina. Pero según las "Perspectivas de la Economía Mundial" que se difundieron este martes desde Washington, para 2025 la situación macroeconómica del país mejoraría: el Fondo prevé un avance del 5% del Producto Bruto. "La revisión del pronóstico para 2024 se debe al crecimiento negativo de Argentina en el contexto de un ajuste significativo de la política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica", evaluó el FMI.