En uso de las facultades que se previeron hace 15 años para el titular del Poder Ejecutivo Nacional, el presidente Alberto Fernández prorrogó por decreto -por solo dos meses- la ley Ley 26.093.
La Casa Rosada prorrogó por dos meses la Ley Nº 26.093, de 2006, que crea el mercado interno para el biodiesel que elabora Santa Fe en un 80%. El proyecto del kirchnerismo en Diputados lo reduce a la mitad.
En uso de las facultades que se previeron hace 15 años para el titular del Poder Ejecutivo Nacional, el presidente Alberto Fernández prorrogó por decreto -por solo dos meses- la ley Ley 26.093.
Se trata de norma que vencía este miércoles 12 de mayo y que estableció el Régimen de Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles, que promueve su producción y –sobre todo- que obliga a las petroleras a cortar sus productos con bioetanol y biodiesel, con fines económicos y ambientales.
Para Santa Fe, el decisorio que tiene la firma del jefe de Estado, del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y del ministro de Economía, Martín Guzmán, representa una oportunidad (acaso la última) para evitar lo que se teme desde hace más de un año.
Hoy el bloque de diputados nacionales del oficialismo busca reducir a la mitad el mercado interno de un producto que es mayoritariamente santafesino: el biodiesel hecho con aceite de soja.
El artículo primero de la norma que entró en vigencia en 2006 dispuso un régimen especial para los combustibles derivados de cultivos como la caña de azúcar, el maíz y las oleaginosas como la soja, para agregarlos en cada uno de los surtidores del país, durante los siguientes 15 años. Y ese plazo vencía este miércoles 12 de mayo. Ahora habrá 60 días más que exigen al gobierno de Santa Fe una negociación más intensa que la que ha podido llevar a cabo hasta ahora.
Los considerandos del decreto no permiten más que una lectura sobre la justificación de la medida. No hay allí pistas sobre cómo se inclinará la balanza o si el fiel estará en el Ejecutivo o en el Legislativo nacional.
"Con el fin de asegurar un adecuado análisis y debate parlamentario del citado proyecto, sin afectar las distintas etapas que integran la cadena de valor del régimen en cuestión, permitiendo de este modo la continuidad temporaria del régimen hasta ahora vigente, se considera necesario extender el plazo originalmente previsto", dice someramente.
El mismo artículo primero de la ley 26.093 faculta al Poder Ejecutivo a producir una prórroga. El que solo sean dos meses es parte de una decisión política. Resolverlo antes del receso legislativo de invierno y de lo más álgido del proceso electoral.
En la Cámara de Diputados del Congreso, el bloque del oficialismo respalda un proyecto de ley de su titular, Máximo Kirchner, que beneficia al sector petrolero que desde hace años reclama menos energías verdes en los surtidores (y más derivados de los combustibles de origen fósil).
El Lobby petrolero sostiene que es hora de liberar de regulaciones al mercado interno argentino y reniega de las disposiciones, tanto ambientales como las de promoción de los biocombustibles a los que se les rebajan los impuestos.
Para la provincia de la bota está en juego su producción de biodiesel, que llega al 80% del total nacional. Se trata de poder sostener su porción del mercado interno que hoy está en un 10% de todos los diesel.
La ley nació con un 5% para el aceite de soja pero cuando se cerraron los mercados internacionales que lo compraban se aumentó su participación hasta el 10% por vía de decretos que siguen vigentes, pero cuesta hacer cumplir, al punto de que las empresas del sector encargan periódicamente auditorías con muestras en las estaciones de servicio para auditar a las distintas marcas expendedoras.
La prórroga del Ejecutivo sólo puede hacerse en los términos dispuestos por los artículos 6 y 7 de la ley mencionada, que fijan en el 5% que también quiere el Kirchnerismo en la Cámara baja. Mientras los decretos que ampliaron la participación del bioetanol y el biodiesel sigan en pie hasta el 12 de julio subsistirá la obligación de cortes del 12 y el 10% respectivamente.
Cabe destacar que el proyecto del diputado Kirchner es –curiosamente- la contracara de otro que también tiene génisis K. La senadora nacional por Santa Fe, María de los Ángeles Sacnun, que también pertenece al Frente de Todos, logró que la Cámara alta vote por unanimidad su iniciativa que prorroga por dos años la ley ahora prorrogada hasta el 12 de julio.
La legisladora lamentó públicamente que los diputados no hubieran avanzado con el debate durante 2020, y fines del año pasado incluso manifestó que esperaba que el presidente habilite ese asunto en sesiones extraordinarias, lo que no ocurrió. Pero cuando se presentó en Diputados el proyecto del oficialismo, el panorama cambió.
El borrador que manejan los diputados nacionales K (también los electos por Santa Fe) además de reducir a la mitad la porción de biodiesel en el diesel, tiene otro trato para con la producción de bioetanol en base a caña de azúcar, al que lo deja con su porción intacta.
En el proyecto de ley de Máximo Kirchner que no tiene aún el consenso necesario en la Cámara baja, se reserva para la sustitución de naftas un 12% de alcoholes del azúcar de caña. En cambio, para las plantas que le agregan valor al cultivo primario de la soja en Santa Fe esa porción cae a la mitad.
El argumento es que las grandes empresas productoras de aceite de soja ya son competitivas y tienen un precio adecuado para el mercado interno. Y que el 5% que se le otorga será para las Pymes.