“Estamos en medio de un fogonazo inflacionario. Es debido a la corrección de precios relativos heredados, también por la devaluación (producto del atraso cambiario heredado). Además es por la inercia inflacionaria heredada. No nos olvidemos de la emisión monetaria de Massa (plan platita heredado)”, sostiene el economista Julián Yosovitch desde su cuenta de X. Dice que “el gobierno apuesta al ancla fiscal para contener los precios; el fuerte ajuste, el fin de la emisión y retirar pesos de la calle deberían hacer caer la inflación; para el segundo cuatrimestre, la inflación debería ser de un dígito nuevamente (si todo sale bien)”.
Las proyecciones de Fernando Marull, después de un 29% en diciembre, prevé una inflación sucesiva del 27% en enero, cerca de 15% en febrero, 11% en marzo y deslizándose más lentamente para llegar a junio en el 7%. Pero si la inflación es mayor a la esperada, Ecolatina advierte que en los próximos meses el mercado puede percibir un atraso en los dólares financieros. Eso interrumpiría la recuperación en reservas netas (siguen negativas en unos US$8 mil millones, aunque se heredaron en -11 mil millones) al tiempo que obligaría a acelerar el “crawling peg”. Domingo Cavallo cree que en abril la inflación puede bajar a 8%; Ecolatina señala que “”el gobierno deberá rendir examen durante el primer trimestre”, como mínimo, hasta la llegada de los dólares de la cosecha gruesa.