Jueves 3.2.2022
/Última actualización 9:24
En junio del pasado año, antes de las elecciones de medio término, el Senado nacional terminó de sancionar el proyecto del diputado Máximo Kirchner, que benefició a tres millones de personas de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, San Juan, San Luis y Salta, al considerarlos como habitantes de "zonas frías" y reducirles las tarifas de gas.
Después de la ola de calor más grave que sufrió la Cuna de la Bandera desde 1943, comenzaron a llegar a Rosario las primeras facturas con la propaganda oficial impresa en las boletas: "En tu factura recibiste un descuento de 30% por ley 27637 de zona fría". Para poblaciones vulnerables, el descuento puede alcanzar 50%.
El absurdo entre el enunciado y la zona -o el tiempo- de la aplicación, viene a sumarse al grave problema de las tarifas de servicios públicos atrasadas en el país, que aportaron una pérdida de unos U$ S 10 mil millones en el ejercicio 2021 de las cuentas nacionales.
Son parte sustancial de las cuentas que deben ajustarse progresivamente para llevar el déficit fiscal nacional del 3% del año pasado a 2,5% este año, 1,9% en 2023, 0,9% en 2024 y equilibrio fiscal en 2025.
Gentileza D.R¿Cómo lograría Martín Guzmán ese objetivo comprometido con el FMI? El ministro de Economía respondió que no se modificaría la política tarifaria en el país; el propio presidente aseguró que no se redujeron las jubilaciones, durante su discurso anunciando el entendimiento del que Máximo Kirchner ha renegado.
El país gastó en 2021 $ 1,4 billón en subsidios económicos. Son $ 1.427.805 millones para ser exactos, de los cuales $ 1.046.300 millones fueron para subsidiar la energía eléctrica.
En el caso específico de los subsidios a la oferta de gas natural -$ 98.509 millones en todo el año-, la Oficina Nacional de Presupuesto del Congreso verificó una "suba abrupta de 65,5%" contra 2020 "en términos reales".
El 75% corresponde a la promoción de explotaciones no convencionales ($ 73.440 millones) y el 25% a los incentivos a empresas en el marco del Plan de Promoción de la Producción del Gas Natural Argentino Plan Gas ($ 24.897 millones).
Siempre según la presentación de Litoral Gas en la audiencia de Enargas, un usuario Pyme promedio (tomando la categoría general P-1), lo que representa el 92 por ciento de los usuarios del servicio general P de la empresa prestadora, tendrá un aumento del 32 por ciento, equivalente a 750 pesos por mes, si se aplica la solicitud de incremento.
Pedido de aumento del 19,6% sólo por un tramo de la tarifa
Carlos Lufft, apoderado y representante de Litoral Gas (presta el servicio en la provincia de Santa Fe y 7 partidos del norte de Buenos Aires), solicitó al Enargas un incremento del 79% en el componente de distribución de las tarifas que presente a sus clientes, para compensar los efectos de la inflación. Las tarifas se conforman en un 38 % por precio de gas, el 13 % es costo de transporte, el 20 % (sobre esa porción es que la empresa solicitó el incremento). El 28 % restante son impuestos. Para los primeros tramos hay subsidios. Pero la producción ya está reclamando sus propios incrementos, que también impactarán en las facturas. Lufft hizo el pedido durante la audiencia pública celebrada el pasado 29 de enero, convocada por el Ente Nacional Regulador de la Energía. Según sus cálculos, un cliente residencial de consumo medio con tarifa plena -ejemplo, R-2. 3- el valor final promedio mensual que abonará $ 1.784 pesos, comparado con los 1.491 pesos que abona actualmente, implicará un ajuste de 293 pesos por mes (19,6%). Pero a eso habría que descontar la rebaja por zona fría o a sectores vulnerables. Y el universo de clientes alcanzados por ser "residentes de zona fría" en el caso de Litoral Gas, representan el 83 por ciento de la totalidad de sus clientes residenciales. En ese caso el valor promedio baja a $ 1.248 según las cuentas de la empresa.
Garrafas sí, obras no tanto
En agosto del año pasado Martín Guzmán anunció subsidios a 2,8 millones de hogares y entidades que en el país, a falta de gas natural, usan garrafas. El "Estado presente" aumentó de $ 338 a $ 414 el aporte por cada envase de 10 kilos de GLP. Si es que se consigue, sigue siendo más costoso no sólo al usuario sino al país. Pero representa el atraso por las obras que faltan; en 20 años de concesión, Litoral Gas no avanzó con las obras porque el esquema fue sometido a leyes de emergencias o a políticas populistas que reprimen tarifas de quienes pueden (deben) pagar. En un país serio, la energía no es una dádiva de ocasión electoral. Sólo por poner un ejemplo, Miguel Lifschitz intentó en su gestión llevar gas a la costa santafesina creando una empresa provincial. No lo logró, pero puso la necesidad en primera plana; ahora es el gobierno nacional el que avanza en la licitación del gasoducto Metropolitano que llevará el gas natural a Esperanza, Monte Vera o Recreo, y por la costa a Colastiné, Rincón, Calchines y Arroyo Leyes. En el sur santafesino, el avance del Gasoducto Regional Centro (más lejano en del Sur) llevará el servicio a buena parte de una zona relativamente rica (léase productiva, generadora de riquezas) del país. Son obras que deben esperar siempre decisiones de un poder central que suele demorar sus llegadas más allá del Área Metropolitana del Gran Buenos Aires.
Menos producción y más consumo
En el país la demanda total de gas natural se incrementó un 1,6 % en los últimos 12 meses, mientras que la producción cayó 2,8% según estimó Jorge Lapeña, directivo del Instituto Argentino de la Energía "General Mosconi". "Argentina profundiza sus desequilibrios energéticos. Por un lado, se hace más y más dependiente de las importaciones de gas natural licuado y de gasoil agravando los desequilibrios del país en materia de divisas. Por otro lado, al no poder acceder al gas, el país e desmejora su balance energético emitiendo más gases de efecto invernadero al reemplazar aquel con cada vez más por gasoil; fueloil y carbón en nuestras usinas térmicas que incrementaron su utilización en 124 %; 148% y 98% respectivamente de aquellos combustibles; y que además son muchísimo más caros que el gas natural, lo cual, además, perjudica la economía energética". Hasta noviembre, la balanza comercial energética de 2021 observaba un déficit acumulado de U$ S 515 millones, con las exportaciones creciendo 44,9% y las importaciones incrementándose 105,7 %.
16 mil millones de dólares
Costarían los subsidios energéticos si se sostienen precios de combustibles y consumos de crecimiento en 2022.