"Todo programa tiene dos partes: primero bajar la inflación y solucionar los problemas externos, luego las reformas estructurales; sin lo primero no llegamos a lo segundo, sin lo segundo lo primero no dura", dijo Ricardo Arriazu. Y afirmó que "en la segunda parte estamos estancados"; aseguró de hecho que el intento de aumentar las jubilaciones desde Diputados "va a hacer más pobres a los jubilados".
Durante el Latam Economic Forum 2024, organizado por Research for Traders y Scitus Finance, el economista recordó que la economía argentina es bimonetaria: usa el peso para pequeñas transacciones, sueldos e impuestos, y el dólar para el resto. "Si queremos parar la inflación tenemos que estabilizar las dos unidades de cuenta", dejando de emitir y estabilizando el tipo de cambio nominal.
Advirtió que tales metas están atadas a la situación fiscal. "Si tengo déficit no puedo dejar de emitir, no puedo tener superávit externo", señaló, por lo que rescató el ajuste del 7% del PBI para detener el déficit. Si bien reconoció que se acumuló 71% de inflación, advirtió que los precios mayoristas subían al 50% en diciembre y en el último indicador evolucionaron 3,5%; importados: 80% y 1,7%, respectivamente.
"Todo converge al 2% que es la tasa de devaluación" mensual (crawling peg pos devaluación de diciembre), dijo Arriazu, para quien lo que resta de ajustar en tarifas permite inferir una convergencia en ese sentido. "Si en el medio hago otro salto (cambiario), automáticamente viene otra inflación. Tengo que parar la calesita", insistió.
A los que aseguran que el país tiene un tipo de cambio atrasado, les recordó que así sucedía "en la época de oro" de la Argentina. "Cuando hay ingreso de capitales el TC se aprecia sí o sí", mientras que "compramos el dólar paralelo en tiempos de salida de capitales".
Incertidumbre y… ¿crecimiento?
"¿Por qué empeoró en estos días el riesgo país? Muy sencillo: el extranjero quiere ver que la Argentina cambia, no que el Ejecutivo cambia. Cuando vemos lo que está pasando en la discusión pública, en el Congreso, en los sindicatos, está claro que la Argentina no quiere cambiar", sostuvo Arriazu ante una platea colmada que escuchó con atención su exposición.
Señaló que "lo que uno debería esperar para el PBI es que el piso fue marzo y para el consumo debería ser mayo. ¿Qué puede cambiar esto?: una crisis política", advirtió.
También ensayó "a dónde podría ir la argentina si hacemos las cosas bien". Aclaró que "no es una proyección, ni creo que va a pasar. Quiero mostrar a dónde podemos ir", dijo al fundamentar la posibilidad de duplicar exportaciones de aquí a 2030.
"Voy a comenzar con el sector externo: estuvimos 19 años negativos, todos asociados a una crisis de balanza de pagos. Si los evitamos, Argentina pasaría a crecer 3,5% sin hacer absolutamente nada, solamente restaurando los equilibrios macroeconómicos
"Aparte -agregó- cada año negativo afecta la tasa de inversión, el riesgo país. Si elimino eso me aumenta la tasa de inversión sin hacer nada y automáticamente Argentina puede comenzar a crecer al 4%, que en el Excel hace maravillas. Puedo comenzar a bajar impuestos, a resolver problemas de seguridad y educación".
También reseñó que con el retorno del crédito vuelve el financiamiento hipotecario a un país con un déficit de 3,5 millones de viviendas. "Si elimino la inflación, hago que la gente en lugar de comprar dólares deje los depósitos en la Argentina y automáticamente el sistema crediticio empieza a funcionar".
Exportaciones
"Si Argentina hace lo que tiene que hacer en el sector energético puede exportar 30 mil millones de dólares en 2030, sin contar el off shore. En minería, los números van de 12 mil a 27 mil millones de dólares. Sii desarrolla el agro, baja las retenciones y amplia la fabricación de Urea, se expande 20%. Podemos podemos duplicar las exportaciones de acá al 2030", dijo Ricardo Arriazu.