El Riesgo País de la Argentina volvió a escalar más de 200 puntos este viernes a nuevos máximos desde junio de 2005, cuando la Argentina encaró con acreedores privados un canje de la deuda, 14 años atrás.
El indicador de JP Morgan vuelve a marcar nuevos máximos desde junio de 2005.
El Riesgo País de la Argentina volvió a escalar más de 200 puntos este viernes a nuevos máximos desde junio de 2005, cuando la Argentina encaró con acreedores privados un canje de la deuda, 14 años atrás.
El indicador de JP Morgan, que mide el diferencial de tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus similares emergentes, superó para la Argentina los 2.400 puntos básicos por la mañana, hasta los 2.536 enteros.
La agencia Standard & Poor's (S&P) comunicó que la decisión de Argentina de extender "unilateralmente" los vencimientos de su deuda constituye un incumplimiento de pagos y advirtió que la calificación crediticia del país, que atraviesa una severa crisis, ahora está en "default selectivo".
El recorte de la calificación crediticia de Standard & Poor's a CCC- desencadenó mecanismos automáticos de venta en algunos de los gigantes fondos de pensiones de Alemania, indicó Reuters.
Según IHS Markit, el costo de asegurar la exposición a la deuda del país (Credit Default Swap) se disparó a 4.965 puntos básicos en el mercado de swaps de incumplimiento crediticio a cinco años.
El Riesgo País alcanzado en agosto es el más alto desde el 10 de junio de 2005, cuando el gobierno de Néstor Kirchner, con Roberto Lavagna como ministro de Economía, concretó la reestructuración de la deuda que estaba en default desde diciembre de 2001: el indicador de JP Morgan registró entonces una abrupta baja desde los 6.606 puntos a los 794 puntos.
El presente también es un riesgo país similar al del 13 de noviembre de 2001, entonces en 2.542 puntos básicos, en el tramo final del gobierno de Fernando de la Rúa, con Domingo Cavallo como ministro de Economía.
La suba del Riesgo País se vincula con la caída de los precios de los bonos soberanos de la Argentina, que en el mercado secundario se operan por debajo de los 50 centavos por cada dólar emitido.
Desde Portfolio Personal Inversiones reconocieron que "la presión bajista continuó en líneas generales sobre los activos, y la volatilidad se mantuvo alta. Esto se debió, en principio, a una conjunción de falta aún de detalles de los anuncios -en especial, de su implementación y ejecución-, como a la necesidad de señales políticas que hasta ahora no llegaron de forma contundente desde la oposición".
Con información de Infobae