Las lluvias no llegaron y el impacto económico se prevé desde abril en el sur provincial
El contador José Toledo evaluó las consecuencias a corto plazo de una campaña agrícola castigada por la devastadora sequía. Aseguró que el impacto en la economía será notorio en una región traccionada por el campo. Además, el fenómeno repercutirá a nivel macro con una pronunciada merma en el ingreso de divisas. Y sostuvo que el dólar paralelo, pese a las últimas subas, se mantiene en "valores razonables", en sintonía con la inflación.
Las lluvias no llegaron y el impacto económico se prevé desde abril en el sur provincial
El contador público, asesor de pymes urbanas y rurales, y analista de temas económicos, José Toledo, se explayó ante El Litoral sobre las consecuencias económicas inminentes de la histórica sequía que se ensañó, La Niña mediante, con gran parte del país, y en particular con esta zona núcleo como es el sur santafesino.
“Los acontecimientos están anticipando unos meses muy complicados en el marco de esta sequía, sin dudas una de las más graves en el último medio siglo, que afectará muy gravemente a nuestra región, y cuyos devastadores efectos pagaremos todos: los productores agropecuarios, con cosechas frustradas; el Estado, con menores ingresos por impuestos y retenciones; y la comunidad en general, que, tenga o no tenga relación directa con el campo, sufrirá las consecuencias de la disminución del movimiento económico”, comentó el analista. Y amplió: “Estimo que ese fenómeno se sentirá en mayor medida desde abril, cuando inicien las cosechas, porque las lluvias que se esperaban en estos días nunca llegaron y el milagro no tendría lugar para nosotros”.
“Nosotros, como región, reconocemos el campo como el motor económico, y de su suerte depende en cierta medida la del conjunto de la comunidad. La economía es muy interdependiente y compleja, y cuando uno de sus motores falla, como el campo en esta última campaña, el impacto se va encadenando en todas las actividades, en un efecto dominó. Y así como las cosas fueron positivas durante varios años en el sector agropecuario, ahora las cosas cambiaron. Siempre decimos que esta zona era una isla a nivel país, pero hoy está a la vista que esa isla, literalmente, se secó, y esa seca nos va a golpear”, alertó.
Más adelante, Toledo consideró que “eso que nosotros vamos a sentir con fuerza en la región, también se va a propagar a nivel macro, afectando el Producto Bruto Interno (PBI) -se proyecta una merma de 14 mil millones de dólares en exportaciones agrícolas- y menguando el ingreso de dólares, un bien que se hará aún más escaso en el país, con sus consecuencias de dificultades para la importación de insumos y, además, de elevar las tasas de los plazos fijos en pesos para que los ahorristas no se vuelquen masivamente al dólar, cuya escasez podría ser interpretada, lógicamente, como un augurio de futuras escaladas”.
Con respecto a la evolución de la divisa estadounidense, a pesar del salto de 8 pesos de este martes 17, que estableció otro récord en el mercado paralelo, Toledo no se mostró demasiado inquieto y recordó que en los inicios de 2022 el dólar costaba unos 200 pesos y cerró el año en 370, siendo que el Indec estimó una inflación anual de casi el 95%. “Hasta ahora, el dólar ni siquiera aumentó en sintonía con la inflación, e incluso hubo brechas bastante mayores entre el dólar oficial y el paralelo, que, por otra parte -acotó-, representa un mercado pequeño y muchas veces contaminado de intereses políticos”. Y especificó: “Distintos son el dólar MEP o el contado con liquidación, que son los usados por las empresas, y recién ahora ascienden para acompañar la inflación”.
“Sin dudas que el valor del dólar seguirá en alza, pero al ritmo de la inflación, que este año seguramente terminará por encima del 60% que estima el gobierno nacional”, observó el histórico columnista económico de FM100, recordando que “el que compró dólar blue a comienzos de 2022, al final del año no sólo perdió contra la inflación, sino también contra el plazo fijo en pesos”.
“Hasta el momento, el gobierno sigue con el mismo ritmo de devaluación, sobre todo para que no se estire la brecha entre el oficial y el dólar MEP y el contado con liquidación. Y continúan las tasas positivas, sumado a que el mayor tomador de créditos en el sistema financiero es el propio Estado nacional, generando condiciones que vuelve inviable para el ciudadano común contraer un crédito”, redondeó el asesor de empresas.
Para colmo, “el hecho de comenzar a transitar un año electoral complejiza la situación, porque ningún gobierno sostiene, con comicios presidenciales a la vista, los ajustes racionales que la realidad económica exige a gritos, al mismo tiempo que las autoridades centran sus preocupaciones en estirar el plazo de los vencimientos externos, sin asumir sus propias responsabilidades, eludiendo costos políticos, en busca de que esas deudas asfixien al próximo gobierno, aunque el perjuicio sea, en realidad, para toda la ciudadanía”, dijo Toledo.
Y proyectó: “Según mi perspectiva, la inercia del gasto público actual continuará en durante 2023 y, como contrapartida, habrá ingresos menguados por los efectos de la sequía en la producción agropecuaria”.
Paradójicamente, el analista señaló que hoy Argentina tiene "el menor riesgo país de los últimos cinco años", y al mismo tiempo, la Bolsa subió en lo que va de 2022, el 24% en dólares, llegando al mismo nivel de 2019. Y puntualizó también que las acciones de YPF subieron un 260% en dólares en los últimos seis meses. “Entonces -profundizó-, por un lado, se proyecta un panorama oscuro y, por otro, los mercados están viendo algo que nosotros no observamos, y es probable que se trate de un cambio de rumbo político a partir de fin de año, aunque hoy ni siquiera hay candidatos en pugna”.