El dólar mayorista subirá 3,53 pesos, a $353,53, el 15 de noviembre próximo, cuatro días antes de las elecciones presidenciales, reveló este domingo por la noche el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa.
El ministro candidato decidió anticiparlo en el marco de una tensa entrevista televisiva. Este lunes no habrá operaciones en el mercado bursátil.
El dólar mayorista subirá 3,53 pesos, a $353,53, el 15 de noviembre próximo, cuatro días antes de las elecciones presidenciales, reveló este domingo por la noche el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa.
Massa decidió contar ese número, muy esperado por las empresas dedicadas al comercio exterior, en el marco de una tensa entrevista televisiva.
La idea en Economía es sostener el dólar oficial a $350 hasta el 15 de noviembre, y luego comenzar a aplicar microdevaluaciones diarias, conocidas en la jerga cambiaria como "crawling peg", con el fin de evitar que la cotización de la divisa norteamericana se retrase respecto de la inflación.
El objetivo es evitar que el tipo de cambio se deprecie de tal forma que sume falta de competitividad a los exportadores.
El dólar exportador anunciado en distintos momentos por el gobierno permitió descomprimir los paralelos, mientras las restricciones a las importaciones ayudaron al Banco Central a lograr diez ruedas seguidas con saldo positivo en el mercado de cambios.
En distintos pasajes de la nota, que duró una hora, Massa acusó al periodista Luis Majul de mantener una línea editorial mucho más crítica con él, que con Javier Milei, su competidor en las presidenciales, lo que generó múltiples cruces e intercambios entre ambos.
Una vez concluido el balotaje del 19 de noviembre, la Argentina deberá retomar la negociación con el Fondo y avanzar en la última revisión del año, cuyo inicio estaba previsto para principios de noviembre.
De esa auditoría depende el próximo desembolso de US$3.300 millones previsto para antes de fin de año.
Tras devaluar para destrabar un desembolso de US$7.500 millones, el Gobierno incrementó el gasto, redujo impuestos y congeló el tipo de cambio oficial, así como las tarifas.
Esto implicó un mayor desvío de las metas (déficit fiscal, reservas y emisión monetaria) y llevó al FMI a reclamar medidas más "restrictivas".
El cronograma hasta enero incluye pagos de deuda por un total de US$6.000 millones (US$3.700 millones al FMI, US$800 millones a organismos y US$1.600 millones a bonistas), según la consultora Equilibra.