Según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública, las transferencias para gastos corrientes en energía -los subsidios energéticos- aumentaron 116,8% en el acumulado al mes de junio respecto a igual periodo del 2021. A valor real (descontada la inflación) según la Oficina Nacional de Presupuesto, fue un 38% más.
Roberto Cachanosky midió en dólares esa erogación. Son 6.333 millones en el primer semestre para esa (fueron 10.503 millones en todo 20221) en tanto que la Asap cotejó en pesos un incremento del gasto en $411.815 millones de aumento, siempre en la primera mitad del año.
El Instituto Argentino de la Energía General Mosconi señaló que en la desagregación de los subsidios energéticos, las ejecuciones presupuestarias más importantes acumuladas a junio de 2022 fueron para CAMMESA -la mayorista de energía eléctrica- ($521,310 millones) con incrementos del 121,9% y para IEASA -importación de gas y gasoil- ($191,892 millones) que tuvo un crecimiento del 234,6% respecto a igual periodo anterior.
La misma fuente revela que la balanza energética del primer semestre en el país fue deficitaria en 2.648 millones y que las importaciones de energía costaron 6.609 millones -siempre de dólares- en la primera mitad del año. Sólo en importaciones energéticas, el país erogó US$4.328 millones más que en la primera mitad del año pasado.
Las cifras de los subsidios sirven para explicar la magnitud del gasto público deficitario y el impacto del precio de la energía importada tras la invasión rusa a Ucrania, que agudizan los problemas de déficit fiscal y la falta de dólares. Dos de los problemas más graves que enfrenta el ministerio de Economía a cargo de Sergio Massa.
Los subsidios a la energía representaron en la primera mitad del año 1% del PBI. Es una cantidad equivalente a los ahorros que Sergio Massa se propone con los recortes a los subsidios para todo el año. Eso supone en promedio duplicar las facturas de servicios de luz y gas -más agua en el Amba- en todo el país en 5 meses..
La excepción a los beneficiarios de planes y consumos bajos para aplicar tarifas plenas a sectores de mejor patrimonio o mayor consumo, mejoran el perfil de facturación de empresas como Edenor, comprada por José Luis Manzano y Daniel Vila, que presta servicios en la “zona rica” de capital federal y norte del conurbano. La EPE en Santa Fe tiene un mapa más complicado con tarifas menos retrasadas a los usuarios, en la provincia con “los mejores salarios”, según ha definido el gobernador Perotti.
El total de las importaciones energéticas es por su parte equivalente a las reservas netas líquidas negativas del Banco Central, que no tiene “dólares crocantes” propios en su balance. Los activos son básicamente Deg’s concedidos por el FMI, yuanes del Swap con China (no se pueden tocar) y algo de oro que no cubre la diferencia.
Una rumoreada ingeniería de créditos árabes o asistencias reticentes de organismos de crédito internacionales constituyen el incierto horizonte de recomposición de dólares disponibles para la autoridad monetaria. Los agroindustriales exportadores ya le han advertido a Massa que lo guardado en silobolsas y silos no está disponible sin liquidaciones de productores, que demoran sus ventas esperando que la devaluación (crawling peg acelerado) mejore sus ingresos.
La inflación de julio con piso en un 7% será realimentada con las subas de precios regulados de la energía y la devaluación acelerada. El jueves se conocerá el dato del Indec (Caba marcó 7,7%) y por la tarde el BCRA deberá decidir si aumenta las tasas para mantenerlas “activas” sobre la inflación, lo que supone enfriamiento de la economía que ya muestra signos en ese sentido.
¿Tiene los “fierros” Massa para gobernar? Logró concentrar áreas que Cristina Fernández mantenía para sí, como el área de Energía, en la que ubicó a Flavia Royón. Pero queda claro -como dice Wado de Pedro- que no hay país sin Cristina. Y como dice Máximo Kirchner, al ajuste hay que hacerlo “con la gente adentro”. Al menos con las áreas del conurbano donde el kirchnerismo mantiene un núcleo duro de votos.