Redacción de El Litoral
Tamberos del interior santafesino se concentraron esta tarde frente a las instalaciones que la industria del grupo canadiense Saputo -que controla a la ex Molfino- posee en Rafaela, departamento Castellanos, en otra instancia del reclamo iniciado el mes pasado, cuando las empresas que integran el Centro de la Industria Lechera (CIL) anunciaron una baja en el precio que abonan a productores del orden del tres por ciento para los dos primeros meses de este año.
“Nuestro costo de producción está entre ,30 y 3,40 por litro, contra un precio que ya estaba por debajo en diciembre, de ,25”, denunció Daniel Oggero, delegado de Federación Agraria Argentina (FAA) en esa zona, uno de los convocantes a esta nueva expresión de reclamo.
“La realidad es que somos entregadores de leche en consignación a una industria cartelizada que maneja los precios a su antojo”, apuntó en declaraciones a la prensa.
Oggero, tambero radicado en Ramona (localidad cercana a Rafaela), recordó que las lácteas Williner (a quien él entrega su producción de un rodeo de 110 vacas), Verónica, Milkaut y ahora Saputo, aplicaron esa rebaja que -según denunció- “es absolutamente informal” porque la decisión “se transmite verbalmente o por teléfono, nunca, jamás, por escrito”.
Ante una consulta, reconoció que las líderes del mercado, SanCor y La Serenísima, mantienen los precios. “SanCor está pagando por composición de sólidos, es decir por calidad, con lo cual incluso podría haber un precio mejor para la producción de buena calidad”, admitió.
Pasadas las 19.30, una fuente confiable explicó a ElLitoral.com que los directivos de Saputo, que recibieron a los dirigentes-productores, le manifestaron que finalmente, la rebaja del precio será de 10 centavos y no de 17 centavos, como se anunció inicialmente.