El valor del salario de marzo de 2018 redujo -en la referencia de tres años- su valor real un 15,6% en el sector privado registrado, 20,7% en el sector público y 25,9% para el sector privado no registrado.
El cálculo del economista Nadin Argañaraz revela que los empleados informales son los más afectados, una pérdida que supera un cuarto de sus ingresos.
El valor del salario de marzo de 2018 redujo -en la referencia de tres años- su valor real un 15,6% en el sector privado registrado, 20,7% en el sector público y 25,9% para el sector privado no registrado.
“La compleja situación macroeconómica de los últimos tres años ha provocado una significativa caída en los salarios reales. La actividad económica inició una caída en 2018, que siguió en 2019 y 2020, año de inicio de la pandemia. Entre 2017 y 2020 la economía terminó cayendo un 12,3%”.
Nadin Argañaraz repasa desde su informe que “en marzo de 2021 el IPC nacional tuvo un crecimiento interanual del 43%, mientras que los salarios del sector privado registrado y del sector público (nacional y subnacional) crecieron 32% interanual.
“Por su parte -añade el economista- los salarios del sector privado no registrado (informales) crecieron 37% interanual. En el último trienio la inflación promedio anual fue del 48%, alcanzando su máxima variación interanual en mayo de 2019 (57%)”.
Expone que para los tres sectores analizados, “la mayor caída real se dio entre marzo de 2018 y marzo de 2019”.
El segundo período de mayor caída real depende del sector. “Para el sector privado no registrado va de marzo de 2019 a marzo de 2020 y para los otros dos el que va de marzo 2020 a marzo 2021”.
Argañaraz señala que el sector más perjudicado es el privado no registrado (informales) con una pérdida equivalente a 6,8 salarios en tres años. Esto equivale al 18,9% de su capacidad de consumo en el trienio (6,8/36 meses). El sector público tuvo una pérdida de 4,7 salarios, lo cual equivale al 13,0% de su capacidad de consumo y el sector privado registrado perdió 3,6 salarios, 10,3% de su capacidad de compra.
Sobre la exención del impuesto a las ganancias para trabajadores con sueldo bruto de hasta alrededor de $ 150.000, Argañaraz señala que “va a significar un aumento nominal del sueldo neto a partir del mes próximo.
“Este incremento se va a potenciar con la devolución mensual de lo retenido en la primera parte del año. Más salario neto por no pago de ganancias y por devolución de la retención de los primeros meses del año”.
Concluye el análisis del Iaraf que “la clave de la mejora de los salarios reales está en la reactivación de la economía y en la disminución sostenida de la inflación. Mientras la inflación no se estabilice en tasas bajas, se hace más difícil la recuperación de los salarios reales”.