Por Juan Chiummiento
En el marco de la causa por el concurso preventivo de la agroexportadora aparecen documentos que dejan ver cómo se aceleraron las gestiones poco antes que el macrismo dejara el poder.
Por Juan Chiummiento
El avance de la causa por el concurso preventivo de la agroexportadora Vicentin permite conocer la trama oculta de su particular relación con el Banco Nación, a la postre su principal acreedor. En el legajo que la Justicia publicó en la web, puede verse cómo se aceleró la gestión de cuantioso créditos en dólares durante noviembre de 2019, un mes antes que Mauricio Macri deje la Casa Rosada. Se trató de un proceso a todas luces burdo, que está siendo objeto de investigación en el fuero federal.
La deuda de la firma santafesina con la entidad financiera asciende a poco más de 18.000 millones de pesos. Su origen es una línea de prefinanciación de exportaciones, que Vicentin tenía abierta desde hace tiempo, pero que se incrementó fuertemente durante la gestión macrista: entre 2015 y 2019 pasó de 150 a 300 millones de dólares. La línea se iba renovando varias veces en el año, a través de préstamos atados a contratos individuales de venta, que Vicentin realizaba a sus propias sucursales de Uruguay y Paraguay.
Así las cosas, la acreencia que figura en el concurso preventivo -que se tramita en el Juzgado Civil y Comercial de la 2º Nominación de Reconquista a cargo de Fabián Lorenzini- corresponde a un total de 72 empréstitos, por un monto global de 290 millones de dólares. Tal información consta en el legajo individual del Banco Nación en la causa, disponible en el sitio web que la Sindicatura confeccionó a los efectos de transparentar el histórico proceso.
Las pruebas
Cuando en enero pasado tomó trascendencia nacional la abultada deuda de Vicentin con el Banco Nación, la empresa salió a plantear que había una campaña de prensa para “construir un relato totalmente falso”. En un comunicado, defendió a la entidad: “Vicentin lamenta que se ponga en tela de juicio la actuación de esta institución que manejó una realidad compleja, a nuestro entender, de la mejor manera posible”.
Lo que no contó la tradicional compañía del norte santafesino es la trastienda de esas gestiones, que quedaron expuestas en el legajo que consta en los tribunales de Reconquista. Allí se observa cómo se aceleró fuertemente la gestión de los créditos, habida cuenta del cambio de autoridades a nivel nacional: de los 72 préstamos que originan la deuda, el 40% se autorizaron en noviembre de 2019. En ese mes se otorgaron 28 empréstitos, un número récord. ¿El resto? 11 en julio de 2019, 10 en junio de 2019, 12 en mayo de 2019, 2 en abril de 2019, 8 en diciembre de 2018 y 1 en octubre de 2018.
Al analizar la documentación, surgen aún más indicios que alimentan la versión sobre estas autorizaciones express, por fuera de los canales habituales. Los créditos anteriores a noviembre de 2019 se firmaban conforme a expresas resoluciones de directorio. En cambio, los de ese mes se daban por una aval “por vía de excepción” a través de un correo electrónico que firmaban la subgerenta departamental Maricel Moschini y el subgerente general Martín González. Lo curioso, además, es que esos mails se enviaban siempre el mismo día del otorgamiento del crédito. Hay una de las operaciones (registrada con el número 727-65-755) que resulta por demás de curiosa: mientras que la fecha del contrato es el 8 de noviembre, el correo que supuestamente lo autorizaba está fechado tres días después, el 11 de noviembre.
Sumario interno
Consultado por este medio, desde el Banco Nación explicaron que González, uno de los dos firmantes de las autorizaciones ad hoc, ya fue apartado del cargo. “Todo eso se hizo en el marco de una situación que no se ajusta a las normas de la entidad”, confió una fuente con acceso al directorio, que luego explicó que actualmente sigue su curso una investigación encargada a la Sindicatura General de la Nación.
“Lo que hay es como mínimo una laxitud en las normas. No hay ninguna razón para que no intervenga el directorio en créditos de esta magnitud”, agregó la misma persona, desde su despacho en la sede central del Banco Nación en la Plaza de Mayo.
Más allá de los integrantes de la línea gerencial que pusieron su firma, los cañones están apuntados al ex presidente del Banco Nación Javier González Fraga, quien sospechan que es la persona detrás de las autorizaciones express. El dirigente está imputado en el marco de una causa que tramita el juez federal Julián Ercolini, que había avanzado en febrero pero que hoy se encuentra en un impasse a causa del coronavirus.