Gustavo Capeletti
La gente manifestó su fuerte rechazo a la estatización del grupo agroindustrial. Esta tarde habrá una marcha en defensa de la empresa. Preocupación por lo que viene.
Gustavo Capeletti
Vecinos de la ciudad de Avellaneda dieron rienda suelta a la bronca contenida desde la tarde de ayer, cuando se anunció la intervención y estatización de la empresa Vicentin SAIC, que tuvo como destinatarios a funcionarios del Ministerio de Producción que comanda Martín Kulfas.
En el mediodía de este lunes, en medio de un fuerte operativo de seguridad desplegado por agentes de la Policía Federal y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, representantes de la cartera productiva nacional acompañados por abogados aterrizaron primeramente en Reconquista.
En esta ciudad, se reunieron con el juez civil Fabián Lorenzini, que entiende en la causa del concurso preventivo de Vicentin, y luego mantuvieron un encuentro con autoridades municipales locales que hicieron hincapié en la preservación de las fuentes laborales.
El motivo: notificar formalmente la intervención del Grupo Vicentin dispuesta ayer mediante un DNU por el presidente Alberto Fernández.
El hermetismo fue el factor predominante en la actividad desplegada por los funcionarios encabezados por Luciano Zarich, designado subinterventor, que omitieron hacer declaraciones públicas con la promesa de brindar una conferencia de prensa en horas de la tarde.
Lo que no esperaban, evidenciado esto por sus caras de asombro y desazón al no poder ingresar a la sede central de la empresa en Avellaneda, es que espontáneamente la gente del lugar los increpara con duros insultos: “Ustedes lo que tienen que hacer es poner el lomo y no robar esta empresa”, “son unos delincuentes”, “están robando parte de una historia, de sacrificio y esfuerzo”, profirieron los vecinos al son de bocinazos que inundaron el centro de la ciudad donde nació la firma hace 91 años.
De ahí en más, la comitiva nacional recorrió el Complejo Avellaneda, la planta local del grupo, siempre en el marco de un halo de misterio que puso interpuso distancia con los medios presentes.
En realidad, desde hora temprana corrió con fuerza el rumor de la llegada al norte del interventor Gabriel Delgado y del ministro Kulfas, y hasta media mañana se mantuvo esa especie como cierta, pero luego se desvaneció con la llegada de segundas líneas del poder central.
Por lo pronto, para esta tarde a las 18 la comunidad de Avellaneda se autoconvoca a una concentración en la esquina de Calle 14 y Avenida San Martín, enclave de la casa central del grupo agroindustrial, bajo la consigna “Cuidemos lo nuestro”, con la recomendación de llevar banderas argentinas y con el fin de repudiar la “intempestiva e infundada medida del gobierno nacional, expropiar una empresa en el inicio de un proceso legal de concurso preventivo”.
El camino elegido nos llena de incertidumbre y preocupación. Nos hemos enterado de la decisión por los medios y estamos realizando las consultas necesarias para entender las características y la profundidad de las medidas anunciadas", sostuvo la compañía en un comunicado difundido ayer, luego del anuncio presidencial.
El Directorio reivindicó la “legitimidad de proteger los derechos de una empresa argentina y de sus accionistas, de origen familiar y del interior del país, que se encuentra ajustada al marco legal vigente, dentro de un concurso preventivo de acreedores y que ha manifestado reiteradamente la voluntad de honrar los compromisos asumidos”.
Sostuvo que "desde diciembre de 2019 el Directorio de Vicentin viene explorando distintas alternativas para refinanciar su deuda y recobrar el nivel de operación que supo tener en el pasado, que de ninguna manera se remonta a los últimos 4 años, sino que puede medirse en décadas de esfuerzo e inversión”.