El psicólogo del Gabinete comunal de Cañada Rosquín, Marcos Juan Massa, contó que conocía a Alejandra Cugno desde antes de que fuera directora de la Escuela Nº 268 del pueblo. “Era muy correcta en el ámbito laboral. Muy solidaria con su gente”, expresó el profesional de 33 años, citado por la fiscalía.
Massa dijo que conoció de boca de Alejandra que solía alzar a las personas que hacían dedo en la ruta, porque “durante 14 años viajó de ese modo” a trabajar y que “lo hacía por una cuestión de favor”.
A la pincelada que el psicólogo hizo de la víctima se sumaron las declaraciones de Pablo Robledo y Maximiliano Urigoittia, los dos muchachos de 22 y 24 años que la tarde del 6 de julio de 2009 vieron a Baroni subir al Fiat Duna blanco de la maestra. Los dos trabajan en la colchonería de Cañada Rosquín y diariamente realizan el viaje a San Jorge, donde viven junto a sus familias.
Quien más comprometió a Baroni fue su concuñado Ambrosio Santos Videla. El hombre de 51 años vive en zona rural de Colonia Aldao, departamento Castellanos, y se desempeña como tambero.
Videla confirmó que cuando lo conoció, el “Colorado” se presentó como Carlos Roque Ferreyra, y que hace unos dos años “me dijo que ahora se llamaba Baroni”.
Por último, contó que su mujer le dijo que antes de que desapareciera la maestra, lo descubrió encerrado junto con su hija de 12 años, a la que le habría bajado los pantalones y que no llegó a cometer abuso porque intervino a tiempo. Después realizaron la denuncia ante el juez de San Jorge.