Por Mariela Goy
mgoy@ellitoral.com
Parece impensado que una adolescente llegue a pesar poco más de 40 kilos porque no ingiere alimentos. O que se encierre en su habitación por horas con la luz apagada, sin tener contacto con nadie. O que haya que acompañarla al baño, para controlar que no se provoque el vómito cuando se ducha. O que deba abandonar la escuela por el deterioro de su salud.
Cientos de casos como estos llegan a la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba), entidad que próximamente abrirá sus puertas en nuestra ciudad. Será la primera delegación creada en la provincia de Santa Fe para el tratamiento de los trastornos alimentarios en un país donde uno de cada 25 jóvenes padece este tipo de enfermedad.
Por el momento se está refaccionando la sede que funcionará en un local alquilado, sito en la esquina de 4 de Enero e Irigoyen Freyre, frente a la escuela de Comercio. Apenas se culminen los trabajos de reparación general del inmueble -probablemente para marzo-, un equipo de profesionales comenzará a atender en la ciudad.
Hasta ahora, las jóvenes que padecen bulimia y anorexia deben viajar a Paraná donde funciona la delegación más cercana de la entidad. De 90 pacientes que se atienden allí, el 40% proviene de Santa Fe. “La iniciativa de traer Aluba acá surgió de un grupo de padres santafesinos que tiene sus hijos en tratamiento en Paraná. Pidieron la autorización a la comisión directiva y se la concedieron porque aún no hay ninguna delegación en la provincia”, señaló Rodolfo Montero, delegado de Aluba Entre Ríos, y padre de una ex paciente, que está asesorando en la organización de la sede local.
Aluba es una organización no gubernamental fundada en el país en el año 1985 por iniciativa de la médica psiquiatra Mabel Bello, quien ideó un modelo terapéutico para el tratamiento y prevención de las patologías de los trastornos alimentarios. La delegación de Santa Fe se sumará a las otras 12 diseminadas por el país y el exterior, dado que se hay centros en Montevideo y Barcelona.
La entidad se financia con el aporte de los padres de las pacientes: en algunos casos las obras sociales se hacen cargo y en otros, no. “Hoy tenemos un 40% de becadas porque lo importante es que nadie se quede sin tratamiento”, sostuvo Montero, quien añadió que el arreglo del inmueble de 4 de Enero e Irigoyen Freyre se está haciendo a pulmón, con mucho esfuerzo.
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