Más allá de la situación institucional de las provincias, a nivel nacional, sólo dirigentes provenientes del justicialismo y del radicalismo llegaron a la presidencia de la Nación desde 1983 a la fecha con amplia preponderancia de los primeros. Raúl Alfonsín abrió la etapa de la reapertura democrática después del largo proceso militar en 1983 y dejó -anticipadamente- el poder en manos del ya electo Carlos Menem en 1989 quien logró luego la reelección con la reforma constitucional mediante. Luego fue el turno de Fernando de la Rúa quien al renunciar en medio de la crisis del 2001 dio lugar a presidentes provisorios por horas hasta la elección por parte del congreso de Eduardo Duhalde. Después fue el turno de Néstor Kirchner y dos veces de Cristina.