Por Alejandro Fara, de El Puntal de Río Cuarto
Autoexigente y perfeccionista al punto de pelear encarnizadamente con sus profesores cuando le colocaban un seis o un siete, en lugar del diez que esperaba.
Buen compañero, un tipo tranquilo que soportaba con estoicismo cuando alguien lo llamaba intencionadamente "Macarra", tratando de burlarse de su inclinación sexual. Facundo Macarrón tuvo un paso exitoso por el San Ignacio, el selecto colegio bilingüe donde empezó a reforzar su inglés.>
Amante de la literatura y de las materias humanísticas, Facundo logró en quinto año ser elegido para un intercambio educativo en los Estados Unidos, a través de una beca en el Rotary. >
Su tía y madrina, Silvia Macarrón, recordó que los tres meses que pasó en el extranjero fueron tan provechosos que la familia que lo hospedó le ofreció quedarse más tiempo, si lo deseaba.>
No era violento
"Jamás tuvo una sanción, no era violento, no contestaba, no era agresivo... no hay nada en Facundo que te lleve a pensar que podría hacer una cosa como ésta", reflexionan quienes lo conocieron en el secundario.
El rostro de este chico de 20 años que hoy está en boca de todo un país apareció por primera vez en los medios diez días después de la muerte de su madre.>
Ese 5 de diciembre, Marcelo Macarrón decidió quebrar el muro de silencio que levantó en torno del crimen y nos recibió en su casa. Facundo, silencioso, no se despegó un momento de su padre. Aunque siguió sin pronunciar palabra, también decidió escoltar a su padre en la multitudinaria conferencia de prensa que programó esa tarde en un hotel céntrico.>
"Día a día hablamos los tres y nos preguntamos muchas veces el porqué. No encontramos un porqué. Pero lo más importante es que los tres queremos reinsertarnos en la sociedad. Creemos y estamos convencidos de que no somos culpables de nada", comentó el traumatólogo, en ese caluroso mediodía. Por entonces, el crimen por encargo era una de las tantas hipótesis de una danza que no incluía el parricidio.>
Durante aquella nota, Macarrón exhibió los últimos mensajes que le envió su esposa cuando él estaba jugando golf en Punta del Este. No los había mostrado antes. Ni siquiera a sus hijos. Facundo se le acercó a su padre para leer con detenimiento y la foto de padre e hijo es una de las que hoy más se repiten en las pantallas de los noticieros nacionales.>
Indicios y pruebas
La imputación revuelve las tripas de quien la escucha: "Homicidio calificado y abuso sexual agravado por el vínculo", es la acusación que hoy pesa sobre el chico, pero en la vorágine mediática y en la urgencia por dar con el culpable, no hay que perder de vista por un lado que el fiscal le atribuyó "sospecha leve" y por el otro que durante la instrucción de los casos, los fiscales se valen de indicios.
¿Esto qué quiere decir? Simplemente, que la hora de la condena llegará en el juicio y entonces harán falta pruebas irrefutables, no indicios.>
Sólo así, una sociedad descreída de sus instituciones tendrá la certeza de que en lugar de un nuevo perejil hay un asesino que deberá pagar por un crimen horrendo.