Gastón Dubois
gdubois@ellitoral.com
Colón sufre por estos días una catarata de versiones, contradicciones, decisiones y yerros futbolísticos que peligran la permanencia del club en primera división. Está a diez puntos del descenso directo en este torneo y hace 8 partidos que no hace goles. Como si esto fuera poco, oficialismo y grupos opositores juegan una pulseada en un “tironeo de poder” sin mucho sentido.
El oficialismo sufre hoy un natural desgaste por los años que lleva en el poder; agravado por una importante cantidad de errores en lo futbolístico y una obstinada actitud de no querer sentarse nunca a dialogar con la oposición, provocando el enojo de sus socios. Lo importante es el club, que son sus socios. Y lo importante para los socios es el estatuto, su carta magna. Allí es donde está la salida a esta crisis institucional/deportiva que viven los colonistas.
La oposición, en sus diferentes agrupaciones, parece más interesada en profundizar el caos que en querer solucionarlo. No se avizora ningún atisbo “componedor” o “dialoguista”. Solamente hay marchas y marchas destituyentes al grito de “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, como si esa fuera la solución. La misma está en los carriles normales y democráticos que establece el estatuto. Si ellos son los primeros preocupados por el presente futbolístico e institucional, deberían pensar en juntar la cantidad de firmas que requieren al momento de la finalización de este torneo, allá por el mes de diciembre. Ahora deben respaldar a los chicos del club para que jueguen lo más tranquilos posibles y en consecuencia sumen la mayor cantidad de puntos; entonces ahí sí sería el momento de salir a juntar las firmas y pedir la asamblea que tanto anhelan. Por más remoción de comisión directiva que se produzca en estos días, los jugadores que están son los que hay. No pueden venir otros, porque el reglamento de la AFA lo prohibe. Recién en el próximo torneo Colón podrá incorporar solamente dos refuerzos, que serán apenas un refresco para este plantel sin categoría ni experiencia.
La actual comisión directiva, ahora bajo el mando de Moncagatta, hizo el lunes pasado una “pseudoconferencia” de prensa en la que al final despertó la bronca de los socios. Se equivocó al convocar y no decir nada. Lo único que quedó claro fue cuando dijo “dentro del estatuto todo, fuera del estatuto nada”, y tiene razón. Conminó a sus socios a llenar la cancha el viernes y convengamos que a Colón no le sobra nada en el césped. Habrá que ganar o ganar y como sea. Su gente debe llenar la cancha y hacerle sentir la localía a sus rivales. La grandeza de este club radica en su gente. Colón supo, en otros tiempos, salir con grandeza de crisis importantes, merced a sus socios. Oficialismo y oposición deben estar a la altura de las circunstancias, entendiendo que no puede quedar acéfalo el club, o en manos del síndico por 60 días que es lo mismo. Un desgobierno sería catastrófico para los intereses de Colón. Se impone un diálogo desde todos los sectores. Sin politiquería ni ambiciones personales. No hay tiempo que perder.
Mientras tanto, el viernes próximo Newell’s de Rosario, el último campeón, espera por Colón.