Después de mucho tiempo sin competencia, finalmente llegó el turno para el fútbol femenino en la Liga Santafesina y en la jornada de ayer todas las miradas se las llevó el clásico entre Colón y Unión en el predio "sabalero".
Las tatengas sacaron a relucir toda su jerarquía y resolvieron el trámite en la primera mitad. Fue 4 a 1 a domicilio en el predio de Colón.
Después de mucho tiempo sin competencia, finalmente llegó el turno para el fútbol femenino en la Liga Santafesina y en la jornada de ayer todas las miradas se las llevó el clásico entre Colón y Unión en el predio "sabalero".
El partido comenzó parejo con una leve superioridad de Unión. Las dirigidas por Ezequiel Durán tenían más la pelota y el encuentro se jugaba primordialmente en terreno de las Sabaleras.
Varios tiros libres por los costados, que finalizaron con peligrosos envíos al área ejecutados por Alegra Risso, eran el aviso de un Tatengue que estaba enchufado. Brunella Onorato también avisaba con una arremetida por el sector derecho. Unión avanzaba de a poco en el campo, asfixiando a un Colón que tenía pocas ideas para contrarrestar los embates de su rival.
El grito inaugural llegó promediando la primera mitad, cuando un rechazo defectuoso en el sector derecho de la defensa local hizo que la pelota le llegue limpia a Lucía Almada. La número once controló, ingresó con pelota dominada al área y definió muy bien el mano a mano con un tiro que pasó cerca de la humanidad de Silvia Ledesma, pero que se coló en el arco para el uno a cero parcial.
El fútbol femenino enfrentó a Colón y Unión
Pocos minutos más tarde, un tiro libre pocos metros por delante de la mitad de la cancha llamó la atención de todos. Es que en ese momento quien tomó la pelota fue la misma Almada, a diferencia de los anteriores que venían siendo pateados por Risso. El tiro bombeado de la futbolista entró muy cerca del travesaño, y pese a los esfuerzos de Ledesma, el 2 a 0 fue inevitable.
Para ese momento el control del partido era totalmente tatengue, que seguía llegando con firmeza al área de las dirigidas por Ramiro Ledesma. Minutos antes del final, Brunella Onorato, que no había vuelto a aparecer con claridad, recibió una exquisita habilitación de Mara Domínguez, entró a zona de definición y cayéndose envió un tiro rasante y certero para decretar los tres goles de diferencia entre unas y otras.
Sobre el final de la primera parte Colón aprovechó su única chance seria para descontar. Tiro libre por el sector izquierdo, la pelota fue rechazada por la defensa visitante, y le cayó a Shirley Gamarra en el rebote. La número cinco paró el balón y envió un zapatazo alto que entró por sobre la arquera para poner el 3 a 1 con el que se irían al descanso.
En la segunda mitad, Unión bajó la intensidad, lo que permitió que las Sabaleras entraran un poco más en partido. Sin embargo, las rojinegras no pudieron justificar ese esfuerzo con otro gol para acercarse en el marcador.
Sobre el final solo quedaría tiempo para un mano a mano de Risso que tapó muy bien Ledesma enviando la pelota al córner. Fue justamente en ese tiro de esquina, en el cual la ingresada Ana Portillo envió un disparo muy violento, que pese a la volada de la arquera hizo que la pelota se meta sentenciando un gol olímpico inolvidable y la goleada para las de Ezequiel Durán.