De la redacción de El Litoral
[email protected]
El año 2008 se caracterizó por la escasez de lluvia en gran parte de la provincia y en particular en la ciudad capital, a lo que se agregó en los últimos meses una importante bajante en el sistema hídrico del río Paraná. La secuencia histórica que elabora el Centro de Informaciones Meteorológicas (CIM) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL ubica al año pasado entre los diez con menores registros y se completó con el diciembre más seco de los últimos 109 años con apenas 7 milímetros una décima de agua caída.
En la ciudad de Santa Fe, durante el 2008, precipitaron 670,1 milímetros, siendo febrero con 183,2 y noviembre con 107,5 los meses más lluviosos. Como contrapartida, el invierno fue muy seco: 4,5 mm. en junio; 2,5 en julio y 0,5 en agosto. El promedio dio 55,8 milímetros mensuales para el año último, ubicándose en el noveno lugar en el ciclo de 109 años considerados en el trabajo.
La media más baja se registró en 1909 donde apenas hubo 39,9 milímetros de promedio, seguido por el año 1917 con 40,1 y 1916 con 41,5 ml. Después se ubica el año 1937 con 46,7 milímetros.
También fueron más seco que el 2008 en promedio, los años 1901 (51,8 mm.); 1906 (52); 1933 (53,7) y 1962 (55,1).
En el otro extremo de la tabla, 1914 tiene el privilegio de ser el año con mayor promedio mensual de lluvias, 152,1 milímetros. Le siguen el 2000 (137,9); 1978 (130,8); 1911 (128,7) y 1973 (127,4).
Causas y ciclos
Enrique Rodríguez, director del CIM, explicó que son varios los elementos climáticos que se unieron para hacer del 2008 un año muy seco y sin perspectivas cercanas de revertirse. “El calentamiento global existe y ha producido cambios, como el nivel más elevado del Río de la Plata. Hay lugares donde no llovía nunca y ahora son frecuentes las precipitaciones y viceversa”, señaló el experto acerca de las causas. También ubica entre los orígenes el proceso de La Niña y anomalías en el comportamiento del anticiclón del Atlántico Sur.
Los climatólogos advierten que se está hoy en una etapa de “Niña neutra” y por lo tanto de incertidumbre acerca del comportamiento climático.
El trabajo del CIM estableció que en esos 109 años de la serie, la media anual para Santa Fe es de 82,9 milímetros mensuales con extremos de 39,9 y 152,1.
La escasez pluviométrica del último año no empaña un ciclo húmedo en la última década. En ese lapso el promedio mensual es de 95,3 mm., por muy encima de los 82,9 que registra la serie de 109 años. La mejora también se observa al comparar los 20 y los 30 años donde los promedios son de 89,1 y 92,1 mm., respectivamente.
En el 2008 hubo que usar poco el paraguas y piloto, atuendos bastante usuales en la última década. Habrá que retroceder hasta 1997 para encontrarnos con un registro promedio parecido: 65,1 mm. y desde allí a 1989 para encontrarnos con 66,5 mm..
En cuanto al atípico diciembre último con apenas 7 milímetros 1 de agua, sigue a dos años con altos registros: 158,7 en el 2007 y 356,6 en el 2006, etapa en la cual las abundantes precipitaciones en el área central de la provincia anegaron campos y produjeron graves daños a la red caminera.
Enero
La media de la última década dice que durante enero en Santa Fe precipitan 108,4 milímetros distribuidos en siete días. En lo que va de este 2009, llovieron 14,2 mm. en cuatro diferentes días ya habiéndose superado el enero más seco de la historia elaborada por el CIM que fue en 1917 con 7,1 mm., seguida por 1980 con 14. Por ahora en tercer lugar se ubica este año, aunque faltan todavía 17 días.
El enero con mayor caída de agua fue el 1931 con 325,1 mil.
Los meses con más y menos registros
En toda la serie histórica aparecen marzo y abril como los meses más lluviosos, con la salvedad de octubre de 1993.
Con más de 300 milímetros aparecen, marzo de 1907 con 300,7 mm; marzo de 1914 con 325,5 mm.; abril de 1914 con 302,6 mm.; enero de 1931 con 325 mm.; marzo de 1934 con 336,6 mm; marzo de 1938 con 310 mm.; marzo de 1943 con 345,8 mm. y marzo de 1947 con 317 mm..
Luego la serie histórica indica a 1973 con los primeros meses con altos registros: febrero, marzo y abril con 315, 284 y 243 milímetros, respectivamente, siendo el único período con precipitaciones tan abundantes consecutivas.
El récord de lluvias lo tiene marzo de 2007 con 551,5 mm. Recuérdese que en esta ocasión se anegaron barrios del norte y todo el oeste de la ciudad de Santa Fe. Siguen octubre de 1993, con 484,2 mm., y marzo de 1978, con 414 mm.
El registro de meses muy lluviosos se completa con abril de 1980 (319 mm); noviembre de 2000 (338 mm.); marzo de 2005 (352,7 mm.) y diciembre de 2006 (356,6 mm.).
En tanto, no tuvieron lluvias o precipitó menos de un milímetro en 28 meses de la serie histórica. Estos fueron los siguientes: junio y agosto de 1902; mayo y junio de 1904; mayo de 1909; junio, julio y agosto de 1910 (en ese año se dan tres meses seguidos sin lluvias); julio de 1915; agosto de 1918; octubre de 1924; junio de 1925; junio y agosto de 1933; julio y agosto de 1944; agosto de 1948; junio y julio de 1951; junio de 1962; mayo de 1968; agosto de 1973; junio y septiembre de 1976; junio de 1987; julio y setiembre de 1989; junio de 1996 y junio de 2002.
En números
-1 mm.
llovió en 28 meses desde enero de 1901
551,5 mm.
Marzo 2007 fue el mes que más precipitó en toda la serie histórica desde 1901. Le siguió octubre de de 1993 con 484,2 mm. En este caso, también, fue el que registró más lluvias en el segundo semestre, siempre en igual período.
1,824,7 mm.
El año 1914 fue el más lluvioso de la serie histórica.
479,3 mm.
En tanto, 1910 fue el año de menos lluvias desde 1901.
Pluviómetros
El CIM tiene datos propios a partir de 1980, cuando tras tres años de calibración de la estación meteorológica ubicada en la ciudad universitaria aledaña a la Ruta 168 empezó a entregar las cifras. Para la elaboración de la serie estadística que viene realizando, se tomaron los datos elaborados por el Colegio Inmaculada Concepción, entre los años 1900 a 1964, y desde esa fecha al ‘80 las estadísticas elaboradas por el ferrocarril Belgrano.
Rodríguez explicó que hubo años de superposición entre los datos del Inmaculada y del Belgrano y del Belgrano con el CIM donde se fueron compatibilizando los sistemas. “Se puede hablar de serie histórica porque cuando hubo superposición de dos fuentes, siempre dieron registros muy parecidos. Se fue controlando el sistema”.