Luis Sissara, es un escultor chileno, radicado desde hace 30 años en la Argentina (Mendoza). Con esta obra que talló en Santo Domingo, concluyó en nuestro país el Cristo número 37 -el anterior correspondió a Baradero, provincia de Buenos Aires-, que forma parte de lo que él denomina “la cadena de hermandad de los pueblos hasta las Islas Malvinas, que sería el broche final de esta misión”, según explicó a El Litoral con firmeza.
Sin embargo, se conoció ayer que desde algunas poblaciones de la zona se habría tentado a Luis Sissara para que moldee la figura de una virgen. Pero por ahora no se sabe cuál será la decisión del eximio artista que, por un lapso de más de 30 días, atrajo la atención de propios y extraños, además de alterar la tranquilidad de Santo Domingo, un pueblo de 2 mil habitantes ubicado a 80 kilómetros de la capital santafesina.